El ritual de Mardi Gras que regresó a Arcade Fire al escenario
Como ya te habíamos contado, Arcade Fire regresó a los escenarios para unirse a la fiesta del Mardi Gras 2020 y, obvio, ahí estuvo Ibero 909.
La cita estaba marcada para las ocho de la noche del 14 de febrero. Desde 2018, que la banda candiense no daba un concierto y, al parecer, no habrá otro en un buen rato. Win Butler, uno de los líderes de la banda, mencionó en una entrevista: “no planeamos hacer un tour en el futuro cercano”. Afortunadamente, los miembros de la agrupación estaban disponibles para el festejo llamado Kanaval Ball, festival que marcaría su regreso al escenario.
Como buenos fans, nos aventuramos desde las 6 de la tarde al Teatro Mahalia Jackson. El lugar, con capacidad para poco más de dos mil espectadores, se encuentra dentro del Parque Louis Armstrong. Al llegar, me topé con una ceremonia haitiana (quiero pensar que era haitiana) en el que varias mujeres (jóvenes y niñas) bailaban alrededor de un árbol al ritmo de hipnóticas percusiones. Supe que estaba en el lugar correcto después de ver a varias personas con chamarras del Krewe du Kanaval (ya también explicamos qué era un krewe), desafortunadamente, ninguna era de la banda. Después de recibir la bendición por parte de un espíritu que se le montó a uno de los participantes del ritual, continuamos el camino hacia el venue sólo para recibir la noticia de que el acceso comenzaría a las 8 p.m.
No fuimos los primeros en llegar, todos los que traían chamarra del krewe se ve que llevaban un rato por ahí, el problema es que ellos llegaron a la pre-fiesta, a la cual pues... no tenía acceso. En fin, lo bueno es que seríamos los primeros en entrar a la sección general. O eso pensamos.
Como mencionamos en la nota previa, el carnaval es un tiempo de ̶d̶e̶s̶m̶a̶d̶r̶e̶ no seguir las reglas cotidianas y, al parecer, esto también aplicó en el Kanaval Ball. El acceso no tuvo la mejor organización (de hecho nadie revisó nuestro boleto y odiamos ese sentimiento de que pudimos haber entrado gratis) y ni los de seguridad ni los asistentes sabíamos qué estaba pasando. Después de pasar por el primer control de seguridad y esperar otros 20 minutos, comenzó la fiesta en el lobby del teatro. Disfraces, baile, y los ritmos caribeños de Lakou Mizik abrieron, entonces, la celebración.
Después de casi dos en las que Dj’s como Michael Brun y Jillionaire ambientaron la fiesta, se abrieron las puertas y, con el mismo desorden del principio, entramos todos a la sala. “¿Podremos pasar a donde sea o van a respetar los lugares que vienen en los boletos?” nos preguntamos varios sin obtener una respuesta clara. La celebración fue acomodando a todos poco a poco en su lugar a la vez que la Preservation Hall Jazz Band tomaba el escenario.
Finalmente llegó el acto principal de la noche, caminando entre la audiencia apareció Arcade Fire y se dirigió al escenario mientras el grupo abridor seguía tocando. Ambos conjuntos se unieron entonces para entonar “Everything Now” y terminar de enloquecer a todos los asistentes.
Escuchamos canciones ya clásicas como “Haïti”, “Neighborhood #3 (Power Out)”, o “Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)”, creando una atmósfera mística en todo el lugar. Las personas que desfilaban por la sala con sombreros, estolas de plumas, máscaras, y hasta una jirafa/llama que nunca dejó de bailar, se fusionaron con la iluminación y las bailarinas que estaban sobre el escenario, rompiendo con la barrera entre la banda y el público.
Además de uno que otro tropiezo —como olvidar la letra de alguna canción— el concierto nos recordó por qué Arcade Fire es una de las bandas que definieron esta década que termina (soy de los que sostiene que la década termina este año).
Acá dejamos la lista de canciones:
“Everything Now (feat. Preservation Hall Jazz Band)”
“Neighborhood #3 (Power Out)”
“Rebellion (Lies)”
“Haïti”
“Here Comes the Night Time”
“Electric Blue”
“Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)”
“Reflektor”
“Afterlife”
“Creature Comfort”
“Wake Up (feat. Preservation Hall Jazz Band)”
Después de su última canción, la banda bajó del escenario y recorrió el teatro con la Preservation Hall Jazz Band. También hubo un poco de caos porque unos miembros de la banda se iban por un lado y otros por otro, pero al final terminó un gran show. La fiesta se trasladó de nuevo al lobby del lugar y terminó por ahí de las tres de la mañana y en donde no podía faltar DJ Windows 98.