El mundo. Los años 70. En la séptima década del siglo XX las expresiones culturales sufrieron una metamorfosis que rondaba ya entre las expresiones locales y la mega masificación de lo popular. Los años 60 habían dejado una juventud empoderada que convirtió a la música en su principal medio de expresión.

El rock, la trova, el jazz, los primeros sonidos electrónicos no académicos, la balada de cantautor, el disco, lo negro, lo funk, se fundieron todos para provocar un shock de géneros musicales que eran populares y transmitían esas emociones juveniles. El medio para difundir este mensaje, era el disco de vinilo.

La tecnología y una voraz industria musical que se puso en jaque a sí misma, eliminó casi por completo al disco de vinilo, que fue sustituido por lo digital. Con una mejor portabilidad y más almacenaje de melodías, los discos compactos dejaron atrás al formato que reinó durante los años dorados de la música grabada, sin embargo sembró las bases para la crisis de la música y sus contenidos que inclusive disminuyeron en calidad e influencia sobre las nuevas generaciones de jóvenes.

En los últimos 10 años la melomanía ha experimentado un fenómeno imposible de imaginar en los primeros años noventa: el regreso del vinil como un formato que gusta al público melómano.

Caso digno de un estudio antropológico, el vinyl revival es un fenómeno global, adoptado por Millenials y nostálgicos de la Generación X, que ha provocado una revaloración de los formatos físicos musicales. Que ha iniciado debates entre expertos, villamelones y fanáticos.

La CDMX como una de las más importantes del mundo no escapa a este fenómeno. Cada vez más hay más público cazando colecciones, comprando tornamesas, bailando en vinyl parties, asistiendo al Chopo.

De repente la vieja campaña promovida por los disqueros mexicanos que orgullosos estampaban en sus fonogramas la leyenda “El Disco es Cultura” tomó un significado renovado para los que no vivieron los años setenta y su efervescencia, ni los ochenta, ni la migración de formatos.

El disco considerado como una pieza de arte, como un libro digno de leer y ser tomado con tus manos; como una película a la que ofreces el ritual de la asistencia en una sala de cine. El disco como un instrumento cultural.

Por dos años en Ibero 90.9 salimos a buscar las historias melómanas del vinyl revival chilango, de sus diggers, disqueras independientes, majors, vendedores, coleccionistas, ejecutivos, chachareros. El objetivo es crear una foto casi instantánea que por dos años se gestó. Un documento sonoro que plasme un pedazo de la energía de los presentes coleccionistas, productores, críticos, quienes dan realmente sentido a la historia qué queremos contarle a nuestra audiencia.

Después de muchas entrevistas, visitas e historias concluimos al disco como arte, música, industria, crisis, culto, resurrección. El disco es cultura.