Fotografías por Melissa Fuentes
Agosto es un mes con un clima extraño en la CDMX, de pronto el sol cae a plomo durante las primeras horas del días y, ya entrada la tarde, el cielo se torna gris para darle paso a una lluvia descomunal. Así fue como la capital mexicana recibió a DJ Shadow en su tercera visita a México. Los asistentes al foro fueron verdaderos seguidores de la trayectoria del productor californiano; se trata de una base de fans muy especial ya que representan un crossover entre los enamorados del big beat y los nostálgicos del trip hop.
Como era de esperarse, el show de DJ Shadow fue un recorrido por toda su discografía, poniendo especial énfasis en The Mountain Will Fall su más reciente producción de estudio que ha recibido buenas críticas por la crítica especializada. Durante los casi noventa minutos que duró el show, Shadow puso en práctica sus habilidades como productor y tornamesista, su fiel amigo el MPC le ayudó a darle un giro a las canciones que interpretó. Su capacidad como artesano se aprecia al escuchar el trabajo musical realizado por Josh Davis, donde escogió de manera celosa los samples y breaks, que forman parte de sus canciones. Más que una profesión, es un oficio que requiere de paciencia.
Momento cumbre de la noche fue cuando un beat alucinante llevó a los asistentes a lo más alto de la montaña, cuando estaba a punto de explotar la canción, Shadow ayudó con un empujón para arrojar a la multitud extasiada al abismo con el remix que hizo Hudson Mohawke de “Midnight In Perfect World” uno de los tracks más emblemáticos del productor. Se recupera la capacidad de asombro cuando una persona arriba de la tarima tiene el poder de avivar un fuego, y apagarlo, con tan sólo presionar un botón.
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El espectáculo sobre el escenario del Plaza Condesa fue completo, algunos artistas, sobre todo DJ’s tienden a ser flojos durante su set, mientras que otros no ponen énfasis en la cuestión visual. El pinchadiscos sombra complementó su sonido estridente con un juego de imágenes que te transportaban a un viaje multisensorial. La música, principal ingrediente endulzó el oído de los asistentes, mientras que los potentes bajos retumbaban en el pecho, tanto que las vibraciones sonoras parecían desarmar la caja torácica.
Para finalizar su presentación, Shadow regresó después de unos minutos para hacer un pequeño encore mucho más relajado, fue una especie de DJ Set que dio inicio con “The Sideshow” ,de su último álbum, e hizo un recorrido rápido por sonidos de vanguardia donde incluyó a productores jóvenes como Clams Casino. Al terminar, Shadow agradeció a todo su staff, se despidió del público y en la cortinilla comenzaron a correr los créditos finales, como si se hubiera tratado de un película.