Por Esclavo del Dub
Fotos: Ksenia Guerrero Ávila
Desde hace más de 20 años surgieron las primeras agrupaciones de Reggae en México: Rastrillos, Antidoping, La Comuna y Ganja. Para este festival coincidieron con algunos otros clásicos de la escena Reggae manufacturado en América Latina: Gondwana, Fidel Nadal, Los Cafres y Alika, para redondear el concepto se incluyó a Morodo y los Ocoume Lions, Monte Bong, Somos Uno y a Nognes Reggae Clan. En la cumbre del camino recorrido con este Line – up, apareció para el desenlace Ky-Mani Marley, el que para algunos críticos melómanos es considerado el timbre vocal más cercano al mister I& I, el todavía vigente Bob Marley.
Los presentes reconocieron el trabajo de todas y cada una de las agrupaciones con las palmas y en algunos casos fue indispensable el “anchor” final, como en el caso de Antidoping interpretando el clásico básico de “Sweet Blood and Tears”, “You made me so Very Happy”, o la combinación explosiva de dos viejos conocidos por el público mexicano; Sista Alika y Fidel Nadal.
La travesía en este camino al Zion Fest implicó un importante movimiento de las nuevas generaciones interesadas en la cultura del Reggae; aunque la escena nacional ha crecido y se puede considerar a la ciudad de México como un epicentro obligado para la música internacional, (fenómeno que permite que esta forma del arte vaya migrando a otros niveles artísticos - culturales). En realidad nos enfrentamos a una transición en la que se vislumbra más cerca el futuro que el pasado, y cada vez hay menos oportunidades para apreciar el origen del Reggae nacional, y tener en perspectiva el estado actual de los proyectos contemporáneos.
Estamos a punto de dar vuelta a la página de una historia que ha servido de pilar para lo que viene; producciones sonoras más complicadas, maduradas en términos musicales y técnicas. Nuevas formas de distribución y una comunidad que está informada y se comunica fácilmente con otras personas, que escucha y es más exigente.