De 'Roma' a las voces calladas
Roma es una cinta que ha puesto en la retina internacional muchos malestares de la sociedad mexicana y de las historias no contadas. ¿Cuáles?
ROMA acentúa temas de relevancia nacional como la discriminación, el racismo, la vulneración de los derechos humanos, entre otros.
Este filme logró una proyección internacional, pues a pesar de tener una historia local, centrada y muy enfocada en el personaje de Yalitza Aparicio, una de las primeras mujeres indígenas en protagonizar una película, un diálogo que hable de las mujeres como centro de análisis hacen la diferencia. Sin embargo, hay algunos que acusan que tanto la participación de Yalitza en el filme, como su posterior nominación al Oscar, fungen como el actual mito de Benito Juárez: “él, indígena, pudo ser presidente, ¿por qué tú no?”
Yalitza consagrada de maestra de preescolar a artista, no es el centro de atención. Yalitza es la voz callada de todas las mujeres invisibles, las trabajadoras del hogar que han estado invisibilizadas por mucho tiempo, el presente indígena (porque pareciera que en México no podemos salir del “glorioso pasado indígena”), de las dificultades para existir en una ciudad tan grande y absorbente como la misma Ciudad de México, de la deficiente y poco cercana atención médica a sectores más vulnerables de la población.
No es Yalitza frente a Elsa Burgos, luchando por salir del prejuicio y estereotipo de su historia y su pasado, es la realidad del presente indígena sufriendo el encajonamiento al que la sociedad “moderna” los ha condenado.
ROMA es, más allá de 10 nominaciones al Oscar, el preludio del debate al mesorelato de la inclusión. Expertos como Ricardo Trujillo han dicho:
“Yalitza, se vuelve una forma más de simulacro, se vuelve algo que pareciera ser icónico de lo indígena pero termina siendo una atracción más en este juego”.
Tendríamos que pensar en un debate serio. Un debate donde no se encajone al inígena como “bueno y pobre” para no lucir como racista o clasista.
Es cierto que los resultados posteriores al Oscar serán una pauta aún más grande para dilucidar cómo estamos en México para pensar en la inclusión y en la diversidad. Si de por sí, semanas posteriores al estreno de la cinta y de la posterior aparición de Yalitza en Vogue, los memes en redes sociales, que hacían una sátira de su imagen no se hicieron esperar.
¿Qué hay de toda la realidad de un mundo que pareciera no estar siquiera cercano a cualquier otro? El mundo del indígena y el de otros grupos invisibilizados también, reconocidas en México, como los afromexicanos o diversas comunidades migrantes.
Hay otros ejemplos:
Películas como Espiral, que piensan en el presente indígena. La encrucijada de dos mujeres indígenas en la cierra o La negrada o documentales como Somos negros de la costa, que han puesto en tela de juicio dichos temas y que invitan a la reflexión no han tenido el impacto que Roma sí ha tenido. Habría que preguntarnos por qué hasta Roma nos sensibilizamos como sociedad.