Cumple boa 77 años de haber digerido al elefante: ‘El Principito’ celebra aniversario
Hay pocos relatos que en su sencillez resultan tan trascendentales para la historia de la literatura como El Principito, obra que fue publicada en Francia el 6 de abril de 1943 , escrita e ilustrada por Antoine Saint-Exupéry, afamado piloto y escritor. Se trata de una obra colmada de grandes elogios, y con razón justa, pues se trata de una historia rica en su originalidad y contenido reflexivo, con sus fantásticas alegorías y la sorprendente sabiduría del pequeño príncipe proveniente del espacio. Más específicamente, del asteroide B 612.
Se sabe que el autor, en su agitada vida, utilizó su propia experiencia como inspiración primera, ya que en su autobiografía menciona un accidente en el desierto del Sahara, el 30 de diciembre de 1935 a las 2:45 am. Se sabe también que éste comenzó a escribir e ilustrar mientras se hallaba exiliado en Estados Unidos después de la invasión alemana a Francia, durante la Segunda Guerra Mundial. La iluminación narrativa que Saint-Exupéry obtuvo de los acontecimientos de su vida claramente influyen en que se trate de una novela increíblemente introspectiva, es raro quien lo haya leído sin haber aprendido algo sobre el amor, la soledad, el crecimiento o la paciencia, por mencionar algunas de las enseñanzas metafóricas que el principito nos arroja.
La primera traducción que obtuvo El Principito a nuestra lengua fue hecha por Bonifacio de Carril, y su primera publicación en español fue hecha en septiembre de 1951, varios años después de su primer introducción. Sin embargo ahora, casi un siglo después, es muy fácil conseguir acceso completo a la novela, corta en duración pero interminable en su encanto. Ha sido, además, uno de los libros más traducidos alrededor del mundo. Con ediciones en más de 250 idiomas y dialectos, en 2019 fue introducido al totonaco. Encima de todo, figura su nombre dentro de la lista de los mejores libros del siglo XX en Francia.
Con todos los intangibles que El Principito nos ha regalado, hemos también de dar las gracias a Elizabeth Reynal, esposa del editor de Antoine, Eugene Reynal, quien según se dice, fue la primera en incitar a que Saint-Exupéry se aventurara a escribir algo para niños, a manera de aliviar el estrés.
Así, pasa un feliz cumpleaños el cuento que aún tiene mucho que dar a públicos de todas las edades.