Texto y fotos por Luz Adriana P.M.
El también llamado "Disco gramofónico" ha vuelto para hacerse escuchar en el mercado. No es gratuito que en Argentina, después de 20 años de haberse dejado de lado la industria del vinilo, tan sólo el año pasado se haya retomado su fabricación. De acuerdo con la revista Rolling Stone, las ventas en discos de vinilo habían aumentado en un 14% en el 2010. A pesar de su aparente desaparición desde 1990, se dice que en realidad las disqueras y grupos indies dieron soporte para su relanzamiento y revaloración.
Actualmente, desde Burial hasta Daft Punk lanzan sus producciones en ambas versiones, tanto en mp3 como en su versión vinyl. Esta última muchas veces como ítem de colección y memorabilia.
Nos dimos una vuelta por La Roma Records, ubicada en Álvaro Obregón 200 en la Colonia Roma, para conocer el contraste en tierra nacional; el porqué de los consumidores de música de querer invertir en un objeto, pudiendo tener "todo en uno" inclusive de manera gratuita, para qué "ir" , si en un clic se puede tener la música descargada en cualquier dispositivo móvil.
Para los que pensaban que este reciente coleccionismo nostálgico era exclusivo de los "indies" o "hipsters", César, dependiente de La Roma Records nos dijo: "la verdad es que no, viene de todo". En un sábado por la tarde, se ven entrar lentes Ray-Ban, jeans entubados, playeras estandartes del metal o suéteres fashionistas amarrados alrededor del cuello. Entra de todo, en su mayoría, jóvenes, entre 23 y 35 años.
Cada uno de ellos va inmediatamente a los vinilos, pasan sus dedos de un sobre a otro, sonríen al encontrar un título que pensaban nunca más ver en esa versión. Lo apartan, y siguen buscando. Algunos se acercan a las tornamesas y piden permiso para probarlos mientras detenidamente observan el contenido o preguntan a César por la llegada de alguno.
¿Por qué el vinyl?, a esta pregunta Marco Delgado, un ávido comprador de dichos objetos, nos respondió: "Por el formato físico. Ahorita que está el auge del mp3 y tener la música tan inmediata, no sé, le da como un valor especial al formato físico, tenerlo, verlo. Incluso me gusta más que el CD, porque el CD es más pequeñito, yo que disfruto tanto del arte de los discos, pues tener grande el disco, es algo especial, incluso puedes enmarcarlos".
Tenerlo, verlo, ponerlo en la tornamesa y poder sentarte a escucharlo hasta tener que voltearlo. El hedonismo de quien compra el vinyl pudiera encontrar su límite al tener que cargar con 20 o 30 discos para una fiesta, pero para compradores como Marcelo DiMoril, el espacio no importa: "Las cosas buenas tienen peso. Es parte del ritual". Por otro lado, se contrapone con lo que dice Marco, el vinyl no es para cualquier persona ni para cualquier ocasión: "El vinyl es mucho más íntimo, para una reunión pequeña con tus amigos", continúa Marco.
Lo que no puede contraponerse con nada es la razón del sonido: "A final de cuentas todos los archivos de mp3 siempre se oyen "muy flats" y un vinyl no, puedes escuchar las capas de los instrumentos. Es muy diferente. El vinyl se vuelve más humano por el rollo de tocar tu disco".
A la mayoría de los que se les preguntó acerca de si su gusto por los viniles había sido heredado o adquirido, la mayoría afirmó que había sido un poco de las dos. Heredado, porque sus papás o abuelos aprovechaban las reuniones para compartir su música sacando las grandes colecciones de EP's y LP's, pero claro, por un tiempo quedaron en el olvido, hasta ahora.
El vinyl, al parecer, a diferencia de la descarga en mp3, es calidad, tamaño, es arte, es no dejar de estar en con-tacto. La predicción acerca del futuro del vinyl fue mayoritariamente de que éste seguirá estando en el mercado y permanecerá como una opción, pero no opacará el lugar de la descarga virtual. Seguirá ahí, tal vez no con la fuerza de la compra masiva, pero sí con la vehemencia del intimar en cuerpo y espíritu con la música.