En la recta final de la Berlinale aparecen las grandes contendientes a los premios. Richard Linklater regresa después de concursar el año pasado y con Boyhood entrega otra gran película.
Cinta única que le llevó al realizador 12 años de rodaje en los que sus protagonistas van cambiando y creciendo. Lo anterior se vuelve anecdótico frente a la calidad de la obra y la inteligencia de la historia. No sé si le den el premio pero Linklater realmente "apesta a oso".