El jueves 21 de abril de 2016 murió Prince. Nos ha dejado el ser mortal. Aunque no podemos precisar que la leyenda comienza después de su muerte, porque la leyenda ya existía. Con Purple Rain en 1984, se convirtió en estrella que jamás volvió a tocar el suelo.
En una discografía tan amplia como la de Prince, con más de sesenta grabaciones en Larga Duración (LP), hacer una selección básica de sus mejores discos es una labor difícil, porque al seleccionar los trabajos nos topamos con las opciones obvias, y debemos enfrentarlas con los más arriesgados, propositivos y que llevan al máximo de los posible el sello de Prince.
Prince & the Revolution, Prince & the New Power Generation o sólo Prince, su música fue más allá del pop convencional, mezclándolo con el rock, funk, rhythm & blues, el soul y arreglos orquestales a la George Martin en su etapa más sofisticada. Prince fue como un Jimmy Hendrix que bailaba, que retaba a las buenas conciencias con su humor sentimentalista, y que provocaba furor con su sexualidad extrema. De la era del pop en la década de los ochenta, Prince era uno de los genios musicales: componía, arreglaba, ejecutaba cualquier instrumento, bailaba que daba miedo y tocaba la guitarra con virtuosismo. Conforma la trinidad del pop junto con Michael Jackson y Madonna George Michael lo asemejaba, pero con una discografía menor.
He aquí nuestra selección básica de discos en la carrera de Prince que definitivamente debes conocer.
1999 (Warner Brothers, 1982)
Con este disco llegó por primera vez al Top 10 del Billboard. The Revolution le otorgó un sonido más extendido que define lo que será su sello característico durante todos los ochenta: riffs duros y acrobáticos, teclados de la era synth, ficción que reta al escucha. En “1999” deletreó: “todos tienen una bomba, podemos morir en cualquier momento”.
Cinco sencillos, dos de ellos top 10, “Little Red Corvette” y “Delirious”. Doble platino por altas ventas en Estados Unidos. El éxito y la fama tocaron a su puerta.
Purple Rain (Warner Brothers, 1984)
Este fue el soundtrack de la película del mismo nombre. Fue aquí donde se convirtió en un fenómeno del pop que hacía frente a Michael Jackson y Thriller. Cinco sencillos y trece millones de copias vendidas en Estados Unidos. Comenzó una competencia entre gigantes, figuras del pop que dominaban las listas de popularidad y solo tenían la perfección musical como su campo de batalla.
En la película, Prince interpreta a “The Kid”, un músico virtuoso que no puede lidiar con la fama. Esta y su soundtrack tuvieron una secuela en 1990: Graffiti Bridge.
El fuck heavy metalero y postmoderno de “Let’s Go Crazy” fue alucinante: “queridos amados / estamos reunidos hoy aquí / para superar esta cosa llamada vida”. En “The Beautiful Ones” llevó al extremo sus capacidades vocales: “¿lo amas a él o me amas a mi? / tengo que saberlo”
“Purple Rain” es uno de los tracks de salida para un disco, más importantes en la historia del rock. Con los acordes finales de esta canción inicia su leyenda.
Sign “O” the Times - Warner Brothers / Pasley Park, 1987.
El fin del mundo según Prince eran los años ochenta. Las señales de los tiempos estaban ahí para que las interpretaras: el sida, el crack, los desastres naturales eran los sellos que anunciaban el final.
Sign “O” the Times es una obra paralela a What’s Going On de Marvin Gaye. Su trabajo fue político, existencial. Su crítica a la era Reagan era mordaz. El disco no alcanzó las ventas de Purple Rain, sin embargo lo colocó como el máximo creador de su generación, en lo flexible del término que era para entonces el pop.
Aquí rapea, hace soul, hace dueto con Sheena Easton en el hit “You Got the Look”. En “I Was Your Girlfriend” se atreve a lo exótico. Con “Adore”, Una promesa de amor le pone fin al disco, luego de la apocalíptica referencia en el track anterior, “The Cross”: “hasta el fin del tiempo, nena, te adoraré”.
Batman (Soundtrack) (Warner Brothers, 1989)
La primera película de Batman en la era de Tim Burton, merecía al más vanguardista de los músicos pop de la Warner Brothers. El resultado fue excelente. “Batdance” fue un éxito global, número 1 en Estados Unidos y el Reino Unido. Era música de avanzada, muchos tracks en uno solo, que se perfilaba para dar inicio a los 90.
Que dueto con Sheena Easton en “The Arms of Orion”, “The Future”, “Scandalous!”, “ Party Man”, fueron los singles que construyeron el éxito del álbum, que acompañó al aplastante fenómeno generacional que significó la primera película de Batman.
Diamonds and Pearls (Warner Brothers, 1991)
Esta fue su entrada a los noventa. Nueva década, nueva banda. Una nueva actitud. La música de Prince tomó elementos de los ritmos de moda. De repente agregó scratch y rap en “Get Off”. Había mucho funk y jazz, “Cream” fue uno de sus últimos número 1 en Billboard.
Entraba con todo a los nuevos tiempos. El disco tenía dos versiones en CD, una en azul profundo, la otra con una portada en holograma. Trabajaba con una nueva generación de músicos, que dotaron de finura y madurez su propuesta. “Money no matter 2nite” es una balada soul que llena el alma de emoción: “el dinero no importa esta noche / seguro tampoco importó ayer / solo cuando crees que has obtenido más que suficiente / es cuando lo dejas ir / es cuando estás mejor”.
El trabajo de Prince es una de las propuestas más vanguardistas y arriesgadas de la música popular del siglo XX. Esta es una pequeña muestra de su genio y el arte de crear música popular, que tenga validez y reconocimiento de la crítica. Con su desaparición y la de Michael Jackson, terminan los grandes genios estadounidenses del pop.