HouseL-E-V Israel Auditorio del Estado

La compañía L-E-V sugiere apertura hacia temas que últimamente hemos visto en compañías y cuerpos dancísticos, como el uso de tacones, látex o maquillaje; recursos para los que hay mucho público, y que incorporan como elementos de transgresión. Aunque el discurso no es abiertamente sobre la comunidad LGBTTTQI se entiende que hay una búsqueda hacia esa dirección. 4 hombres y dos mujeres hacen que al menos alguna vez haya dos hombres bailando juntos. La sugerencia está hecha, el público la completa. Cuerpos sensuales, de movimientos lentos, pausados, exactos, que van modificando su textura, su color y su altura con respecto al piso, hasta el punto de estar directamente postrados en él, o con la cadera en perpendicular, como lecciones de Tai Chi. De ser una especie de estatuas griegas en movimiento, cuyo cuerpo cambia de color, pasando de la lycra blanca, al látex negro. Fuerte, contundente, incluso estridente, por momentos la música, de Ori Lichtik, tiene demasiado volumen, para remarcar el movimiento y lo importante que es la música para a danza, como otro personaje. Música predominante en pulsos, de capas, con texturas que permiten el desdoblameinto corporal. Se percibe la intención de sensualidad y sexualidad, se mantiene esta tendencia en el uso del tacón como elemento prostático, y también como statement social y cultural.