Texto: Gerardo Mora
China es una tierra llena de mística y tradición milenaria que ha pasado de generación en generación. Este pasaje histórico ha sido preservado en las diversas manifestaciones culturales que dan vida a La Leyenda del Este de Taiwán, una show interpretado por la Chai Found Music Workshop y que combina poesía, ópera tradicional de Taiwán y un repertorio de música contemporánea que atrapa al espectador.
La tarde soleada de domingo de primera quincena de octubre, el majestuoso auditorio general de la Universidad de Guanajuato recibió a decenas de familias que presenciaron un espectáculo que narra la historia de China a través de la música.
El proyecto Cervantino para todos tuvo la oportunidad de invitar a un medio centenar de personas de las comunidades aledañas a la capital guanajuatense que diversas circunstancias ajenas, no tienen oportunidad de presenciar esta clase de espectáculos.
Por las escalinatas de la universidad, donde por las noches se proyectan películas al aire libre, se abarrotó conforme pasaba la tarde. La curiosidad fue uno de los ingredientes especiales para el show de esta orquesta muy peculiar dirigida por Chen-Ming Huang, acompañado por seis músicos que tuvieron a bien interpretar algunos de los instrumentos tradicionales sizhu, la mayoría de ellos elaborados de madera y bambú.
Foto Cortesía Festival Cervantino
Con un maestro de ceremonias que definió la música interpretada por la orquesta como “chida y padre”, provocando las carcajadas del público asistente, La Leyenda del Este de Taiwán dio inicio con “Walking on the Street” una canción tradicional de instrumentos sizhu a manera introductoria al público. El concierto se dividió en segmentos de acuerdo a la melodía interpretada, siendo “The ponder of Africa” una de las piezas que más llamó mi atención por la fuerza con la que los músicos hacen uso de elementos sonoros, como los pies y la boca, para brindarle un sentido mucho más poderosa.
Otra de las cosas que caracterizaron la velada fue la concentración al máximo con la que los seis músicos siguen a Ming Huang en el escenario, pero el percusionista que se sitúo justo en el centro de sus compañeros que formaban una media luna, traía un ritmo electrizante que lo hacía moverse cual timbalero de orquesta caribeña. Para finalizar el concierto, la Chai Found Music Workshop le otorgó al público guanajuatense su versión del popular tema “O Sole Mio”, canción napolitana compuesta por Eduardo di Capua, Alfredo Mazzucchi y Giovanni Capurro hace más de un siglo.
El gesto más emotivo de la noche fue cuando la orquesta regresó a sus sillas para interpretar el “Cielito Lindo” un tema que usualmente pone a los mexicanos con los sentimientos a flor de piel. Es mediante esta clase de eventos que el Festival Cervantino genera una conexión entre los espectadores y la cultura de diversas latitudes, despertando el interés en disciplinas que hasta hace algunos años resultaban ajenas a la realidad de la población.