Querido Morrissey: Hoy es tu cumpleaños. Quizá para ti no sea el más feliz pero para nosotros, tus fanáticos, es una fecha relevante. Desde temprano saturamos las redes sociales con tus fotografías de antaño, cuando tu complexión era delgada, vestías con camisas abiertas de tonos pastel y pantalones holgados. También compartimos imágenes más recientes, en donde el pelo cano y la panza han hecho de tu estilo algo más sobrio, aunque como siempre… elegante. Sólo nos queda agradecerte cada palabra que adorna tus composiciones, cada falsete, cada baile o desplante sobre el escenario y las veces que otorgas el micrófono al público en plena presentación, para que comparta contigo su sentir. Gracias, Esteban. Gracias por todas las lágrimas, sonrisas y gritos de euforia. Aquí, en tu querido México, ten por seguro que no te olvidaremos y entonaremos —con una cuestionable afinación— nuestras tradicionales “Mañanitas”.
Ahora, ya que hemos pasado las formalidades y fanatismos, dejémonos de elocuencias circenses y entremos en materia de esta carta: tú.
Estamos al tanto de tu perpetuo afecto por los mexicanos y de tu inconmensurable tendencia a tenernos en mente durante tus diversas presentaciones y acciones —ya sean musicales, declaratorias o con un espontáneo “¡Viva México!”, aunque no te encuentres en nuestro territorio. A pesar de que ocupes símbolos ajenos a tu cultura como la de la Virgen de Guadalupe, comprendemos que es el fervor hablando, y tu amor ciego por nosotros, tus paisanos —alguna vez, hasta dijiste que si volvieras a nacer, te hubiera gustado ser mexicano.
Del mismo modo, tu amor por nosotros sigue siendo fuente de curiosidad y risas nerviosas. Tú, el vegano por excelencia, la persona dispuesta a poner en una situación precaria su integridad en pos de salvar a los cabritos del matadero, está perdidamente enamorado de una sociedad esencialmente carnívora. ¿Carnívora? Quizá una palabra más adecuada sea animalicida (así es, la acabamos de inventar), pues a gente como nosotros —tan habituada a oler los tacos de longaniza de la calle, los trompos de carne al pastor, el chicharrón friéndose y amantes de la fritanga en general— en ocasiones nos parecen cómicas las personas apegadas a una política alimenticia tan rígida y limitada como la tuya. Sin embargo, el fervor hacia tus fans sólo nos hace rebozar y nos provoca una celebración digna de unos jugosos tacos de carnitas… es decir, de una ensalada de verduras.
Nuestro dolor ante tu cancelación del Vive Latino solamente es sopesado con tu promesa de un pronto retorno —sacrificando incluso, tu propia salud. How soon is now?
No es noticia que eres de los consentidos del planeta. El que diga que eres de Manchester se equivoca; eres un elemento transcultural, un ciudadano del mundo. Eres un artista que escribe canciones que exaltan el patriotismo británico (“Irish Blood, English Heart”), que provocan en algunos latinos una breve confusión de nacionalidad cuando te escuchamos interpretarla en vivo.
Steven Patrick Morrissey –como la mayoría de nosotros– es una persona reducida a llevar a cabo acciones que lo satisfagan. A diferencia de la mayoría de nosotros, Morrissey es una persona apegada a sus principios, los respeta, los divulga y los defiende.
¡Felicidades, Morrissey! Sigue salvando al mundo un filete de ternera a la vez, sin importar que tus deseos cumpleañeros siempre sean de muerte y desolación.
Atte. @alanismoon y @reecardough