Diez años de la perdida del prolífico escritor Carlos Fuentes
Foto: UNAM Global
Carlos Fuentes fue un prolífico escritor que puso en sus letras su vida cosmopolita y su profundo saber. Nació en Panamá el 11 de noviembre de 1928, su padre era parte del servicio diplomático por lo que pasó su infancia entre Argentina, Chile, Brasil, Estados Unidos y otros países iberoamericanos.
Esta multiplicidad de experiencias de vida lo llevaron a conocer de primera mano las producciones literarias de la región. Conocida es su amistad con Gabriel García Márquez. Los escritores se conocieron cuando Fuentes tenía 34 años y García Márquez 35 años. En ese momento, García Márquez había publicado solo una novela La hojarasca. La amistad fue tan profunda que Fuentes escribió “Nuestra amistad nació allí mismo, con la instantaneidad de lo eterno”, en un prólogo a la edición conmemorativa que la Real Academia de la Lengua hizo de Cien años de soledad, en 2007.
Con 26 años, Fuentes publicó su primera obra, los cuentos Los días enmascarados (1954); sin embargo, obras como La región más transparente (1958), La muerte de Artemio Cruz (1962) y el relato Aura (1962) lo encumbran como escritor consolidado.
Su labor como crítico literario y cultural fue abundante al escribir para medios como New York Times, Diario 16, El País y ABC. Fundó y dirigió junto a Emmanuel Carballo la Revista Mexicana de Literatura y colabora en Siempre; en 1960 funda también El Espectador.
Recibió el Premio Miguel de Cervantes en 1987 y ese mismo año es elegido miembro del Consejo de Administración de la Biblioteca Pública de Nueva York. También, le fue otorgado el Premio Real Academia Española de Creación Literaria en 2004.
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Carlos Fuentes sobre Gabriel García Márquez: “Nuestra amistad nació allí mismo, con la instantaneidad de lo eterno”.
Su vida no solo confluyó con la literatura, sino que experimentó con el teatro. En 1982 apareció su obra de teatro Orquídeas a la luz de la luna, que se estrenó en Harvard y criticó la política exterior de EE.UU. En cuanto al cine, escribió alrededor de 22 guiones, uno de los más importantes fue el que escribió junto con García Márquez: Tiempo de morir (1965), ópera prima de Arturo Ripstein.
La importancia de Fuentes no solo se adivina desde su producción, sino también como parte de una generación que defendió una forma propia latinoamericana de crear formas narrativas. Fuentes se convirtió no solo en un escritor sino en un hacedor de espacios e instituciones culturales y literarios.
Este 15 de mayo es su décimo aniversario luctuoso, un escritor que se fascinó por el descubrimiento de la Coyolxauhqui en 1978, y se dio cuenta que esas fuerzas poderosas de las que hablaba en sus letras, verdaderamente existían desde las entrañas de la región más transparente.
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