En las recientes ediciones del Vive Latino, los organizadores han integrado algunos actos fuera del lugar común del festival, que se caracteriza por ser un espacio dedicado a la música “alternativa”. En el escenario del Vive se lograron consolidar Los Ángeles Azules, uno de los monstruos pop tropicales más relevantes de la última década. Ahora, Bronco será el encargado de cerrar las actividades de uno de los escenarios para recibir las primeras horas del domingo.
José Guadalupe Esparza, los hermanos Villarreal, Javier y José Luis alias “Choche” (QEPD), junto con Ramiro Delgado, fueron los cuatro integrantes que conformaron Bronco en su época de oro, durante el segundo lustro de los ochenta y gran parte de la década de los noventa, una alineación que durante sus pininos tuvo constantes cambios de alineación (Ramiro fue el último en integrarse). Este grupo de corte norteño - chicano - grupero en un inicio se llamaba grupo Cheyenne, pero nunca grabaron una canción ilesjo ese nombre.
La historia del enigmático nombre tiene dos versiones. Una versión tiene origen en la Plaza de Apodaca, Nuevo León, pueblo natal de la agrupación. Mientras estaban sentados en una banca, pasó un auto color naranja brillante, con letras en color blanco que decía “Bronco”. De ese carrazo tomaron el nombre y se hicieron llamar Los Broncos de Apodaca. La otra historia tiene origen en un casino llamado Bronco en Fresnillo, Zacatecas, mismo que también se dice sirvió de inspiración para crear su nombre.
La música norteña tuvo una mutación en Nuevo León, donde conjuntos como Los Baron de Apodaca y Los Hermanos Mier experimentaron con un teclado en lugar del característico acordeón, este sonido se recuerda hoy en día como chicanas. Desde sus inicios, Bronco tomó estas agrupaciones como su principal influencia para crear un ritmo guapachoso con letras románticas, una fusión entre el norteño y la cumbia. “Quiero decirte” y “Grande de cadera” fueron de las primeras grabaciones del conjunto regiomontano, pero fue hasta 1985 que “Sergio El Bailador” catapultó a Bronco al reconocimiento nacional. La anécdota sobre esta popular canción se remite a la época en la que Lupe Esparza trabajó como chalan en la albañilería. A su regreso de la obra, al reverso del boleto del camión, escribió algunas frases sobre un joven que siempre los seguía en los bailes, a pesar de que estos fueran un rotundo fracaso.
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Con un carrera a punto de despegar, Ramiro Delgado se integró a Bronco para ser el encargado de los teclados y acordeón, instrumento que le brindó una identidad. El acordeón de teclas fue una de las principales características del sonido de Bronco, quienes mezclaban una onda guapachosa con las canciones rancheras de tradición cantinera. Durante sus primeros años, emprendieron un largo viaje por la república mexicana y algunas ciudades de EE. UU. con un rotundo éxito, mismo que, en palabras de personas allegadas a la agrupación, se debía al público femenino, ya que a pesar de ser casados, su representante Óscar Flores les indicó declararse solteros para atraer más audiencia.
Uno de los momentos amargos en la historia del grupo apodado “Gigante de América”, ocurrió en el centro social La Fama en 1987. La gran convocatoria de Bronco en su estado natal inundó las calles aledañas del foro, los organizadores no supieron lidiar con el sobrecupo y en pocos minutos explotó un zafarrancho a causa de un par de disparos por parte de la policía, al no poder controlar a la multitud. El pánico provocó una trágica estampida que dejó cientos de heridos y siete muertos. De ahí surgió la canción “Cumbia Triste” en homenaje a los fans fallecidos en aquella noche en Monterrey.
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Para 1989, “Que no quede huella” se convierte en el máximo boom musical de la agrupación. En un principio, este tema compuesto por Lupe era una balada, pero al llegar al estudio le puso un ritmo guapachoso que a la postre fue el toque que la llevó a trascender. Para aquella época, el movimiento grupero estaba en su apogeo. Junto Los Bukis, Bronco llevó una competencia codo a codo para ver quien llenaba más bailes. Uno de los méritos detrás de Bronco, fue la producción que brindó una experiencia completa para los asistentes. Después de que el manager, Óscar Flores, presenció los shows de Bon Jovi y Rod Stewart, trató de emular la producción de estos eventos en los bailes de Bronco: agregó pantallas gigantes, escenarios giratorios y demás escenografía para hacer lucir a los cuatro caballos que galopaban a la cima del éxito.
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La tragedia persiguió al conjunto en diversas ocasiones. En un accidente automovilístico en el año de 1991 murió el productor del grupo, Homero Hernández, incidente que dejó duro golpe en los miembros de Bronco. Después de este momento amargo, “Amigo Bronco”, se convirtió en un homenaje para su amigo fallecido, mismo que ayudó con la producción de la canción y que fue una especie de carta de despedida.
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Durante la década de los noventa; Lupe, Ramiro, Choche y Javier, se convirtieron en las estrellas de rock de una generación. Bronco se convirtió en un marca que abarrotó miles de bailes en todo el continente, su éxito no se limitó a la República Mexicana y la unión americana, lograron trascender hasta el más lejano rincón de América Latina. De ahí el nombre de Gigante América. Su estilo fue parte esencial para el surgimiento de otro de los movimientos clave del regional mexicano y que tuvo en Selena a su máximo exponente: el tex-mex.
Bronco fue un parteaguas para su época; grabaron una película, fueron pioneros en los videoclips animados, algo inusual por el mundo grupero, y también tuvieron una historieta. En 1996 salió a la venta el último material discográfico de la agrupación y después de una larga gira del adiós, el 21 de diciembre de 1997, Bronco se convirtió en el primer grupo mexicano en presentarse en el estadio Azteca con un éxito rotundo.
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Años después, los integrantes originales de Bronco regresaron bajo el nombre de Gigante de América, tras una disputa entre representantes por el antiguo nombre de la agrupación. Durante todos estos chismes el grupo no pudo presentarse en México bajo el nombre de Bronco para evitar problemas legales, así que su llegada al escenario del Vive Latino es un momento trascendental para la historia de la música grupera.
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