Contra la violencia hacia la mujer: consejos para vivir la menstruación sin padecerla
Socialmente hay muchas conductas violentas hacía la mujer que pueden parecer normales, pero que en realidad no deberían serlo. Existe por ejemplo el caso de apremiar a las mujeres jóvenes para casarse y tener hijos. Los votos matrimoniales, “los declaro marido y mujer”, dan a entender que una mujer no es mujer hasta que se casa, o bien los estandares de belleza ejercen una presión inalcansable que, en múltiples ocasiones, solo se pueden obtener mediante el uso de la cirugía estética u otras prácticas que pueden resultar muy dolorosas.
Dicho esto, la menstruación es uno de los temas en los que resulta evidente la relación violenta entre ser mujer y el dolor que, ejercido por la sociedad, debe ser soportado. Ésta, a lo largo del tiempo, se ha percibido como algo impuro y sucio que enferma a las mujeres mes a mes y las vuelve un monstruo con quien no se puede razonar. Sin embargo, no debería ser concebida de esta forma debido a que es un proceso fisiológico natural, símbolo de feminidad que no tendría porque ser razón de humillación o degradación para ninguna mujer. La razón detrás de esta actitud es que, como se mencionaba anteriormente, socialmente siempre se ha ejercido un cierto tipo de violencia pasiva en contra de las mujeres. Es decir, violencia regida no necesariamente por actos físicos sino más bien por un conjunto de actitudes inconscientes y pasivo-agresivas. En este sentido, las mujeres se ven violentadas por la sociedad al no aceptar sus procesos naturales y al imponerles un modelo rigido que rige como deben de ser y actuar.
Esta percepción de la mujer como alguien unida a la naturaleza y no como algo impuro o ajeno a ella es una nueva ideología que ha surgido recientemente y que está relacionada con la lucha contra la violencia hacía la mujer.
Una de las corrientes que toca este tema actualmente es el ecofeminismo, que busca integrar los principios del feminismo con la temática ecologista, pensañado a la mujer como una pieza fundamental de la naturaleza. Dentro de esta corriente se busca que en un mundo que se rige por el capitalismo y el patriarcado las mujeres puedan volver a conectarse con la naturaleza y reconocer su ciclo menstrual como algo natural y beneficioso.
Dentro de la violencia social que se ejerce contra la mujer uno de los temas más controvertidos que tienen lugar actualmente es el “pink tax”, "tasa rosa" o "impuesto de género" . Este impuesto es conocido como el cargo que tienen los artículos de uso personal o estético diseñados para las mujeres. En este sentido los productos de higiene personal femeninos suelen costar incluso 13% más que los masculinos, dentro de estos se encuentran productos como los tampones y las toallas sanitarias.
Estos productos no sólo tienen un precio bastante elevado; sino que además al ser desechables genera un alto impacto ambiental. Cada mujer utiliza un promedio de 12 500 compresas y tampones durante su vida. Si bien la menstruación no es algo que deba avergonzar a las mujeres, hay mucho que podemos hacer para reducir la cantidad de desechos relacionados con nuestro ciclo menstrual para así tener una relación más amigable con el ambiente, en paralelo esto permitiría eliminar el gasto económico que suponen los productos menstruale.
Por ejemplo, existen por lo menos 3 alternativas diferentes para dejar de utilizar productos desechables con el fin de ser un poco más amigable con el ambiente y con nuestro cuerpo.
Copa menstrual
Tal vez la más conocida de está lista, la copa menstrual es una copa de silicona de gran capacidad que tiene un par de agujeros en la parte superior que marcan el tope hasta el que puede llenarse, además tiene una arandela añadida en la parte inferior para poder sacarla. Antes de utilizarla es necesario hervirla en agua durante tres minutos, una vez hecho eso se dobla y se introduce en la vagina (no necesariamente de forma tan profunda como lo requiere el tampon). Este producto es reutilizable y ecológico por la disminución de desechos que posibilita. Las empresas más conocidas para su venta en México son: M-cup, angelcup y MeLuna. Aquí les compartimos un test creado específicamente para que puedas elegir la copa menstrual más adecuada para ti.
Esponjas marinas
Al igual que las copas las esponjas marinas son reutilizables. Antes de utilizarlas, hay que mojarlas con agua tibia, exprimirlas y colocarlas al interior de la vagina. Una vez terminado el ciclo menstrual, se colocan en un recipiente con agua y dos gotas de aceite esencial durante la noche, se enjuagan a la mañana siguiente, se dejan secar y se guardan para el nuevo ciclo.
Toallas sanitarias reutilizables
Suelen ser de tela de algodón y se asemejan a las que solían utilizar las mujeres antes de que aparecieran en el mercado las toallas sanitarias o los tampones desechables. Se pueden encontrar de muchos formatos y diseños, blancas o con estampado, en páginas como Ecolunas o incluso las puedes fabricar tú misma con tutoriales como el que te dejamos a continuación.
Ahora bien, otra de las múltiples razones por las cuales las mujeres no hacen las pases con su ciclo menstrual es que los cólicos menstruales suelen ser muy fuertes y a veces prácticamente incontrolables. Existen muchisimas pastillas que prometen eliminar el dolor y los síntomas, pero por lo general no funcionan. En este sentido, no solo las pastillas para aliviar los cólicos menstruales no funcionan sino que forman parte de un discurso social violento en contra de la mujer; este discurso plantea que la menstruación es una enfermedad y que, por lo tanto, es necesario curarla.
Además, en este sentido también podemos encontrarnos con el discurso socialmente aceptado que estipula que el dolor de la menstruación es “normal” y hay que soportarlo. Este modo de pensar se transmite des de nuestras madres y abuelas bajo el lema de "la belleza duele"; esta concepción acompaña la idea de que ser mujer es en sí un acto doloroso y que para serlo es necesario soportar este dolor sin discutirlo, sin quejarte o sin siquiera mencionarlo.
Es posible reformular la manera en que te relacionas con tu menstruación convirtiendola en un símbolo de belleza y femineidad, en lugar de una enfermedad producto de tu sexo, aquí te mostramos dos remedios naturales infalibles para deshacerte de los cólicos menstruales y vivir tu periódo menstrual de forma pacifica y relajada.
Baños de vapor vaginales
Los baños de vapor vaginales son un remedio casero de origen maya que sirve para mejorar la salud sexual, los dolores menstruales, la endometriosis, las complicaciones post-parto e inclusive la infertilidad. Está práctica consiste en aplicar en la vulva una vaporización con plantas medicinales muy específicas. Dado que el tejido vaginal es poroso y absorbente, el vapor ayuda a suavizarlo y abrirlo hacia el torrente sanguíneo y el útero. Este vapor herbal permite acelerar la circulación, adelgazando la mucosidad, limpiando el sistema reproductor, eliminando el exceso de membranas y adherencias.
Las instrucciones para realizar las vaporizaciones son las siguientes:
En un contenedor poner a hervir lavanda, orégano, pétalos de rosa, romero, caléndula, tomillo, manzanilla y albahaca. Después, colocar el contenedor de manera que el vapor alcance a la vagina –sin sentir la incomodidad de las quemaduras–. Se sugiere hacerlo sentada en una postura que permita que el vapor suba, se recomienda mantener el cuerpo envuelto en una cobija pesada durante toda la vaporización y dejar que el vapor actue durea te 20 a 40 minutos.
Música menstrual
¡Sí, así como lo lees! Música pensada para hacer de tu periódo algo divertido y dinámico.
Erika Irusta, primera pedagoga menstrual del mundo, ha diseñado una serie de experiencias educativas que buscan generar conocimiento sobre el cuerpo y romper los tabúes respecto al ciclo menstrual a través de su proyecto El Camino Rubí. Erika determinó que dependiendo de la fase menstrual en la que estés, el cuerpo te pide cierto tipo de sonidos; por lo cual decidió crear una serie de playlists en Spotify, una correspondiente a cada etapa del periódo menstrual.
Preovulación
En esta fase el estrógeno está en aumento y por lo tanto te sientes activa y energizada, por eso lo mejor son los ritmos movidos, algo fuertes y fiesteros. Erika recomienda sintetizadores y música para bailar, por ejemplo Peaches, ZAZ o Yeah Yeah Yeahs.
Ovulación
Esta es la etapa en la que liberas todas tus hormonas y el erotismo se torna cotidiano. Por eso, en su lista ovulatoria, Erika pone una selección donde sobresale “Erotica” de Madonna junto con otros temas como “Warm Water” de Banks.
Premenstruación
Aquí Erika divide la playlist premenstrual en dos. Por un lado, pone una serie de temas algo oscuros como “Pofessional Distortios” de Miss Kittin o “Hey Sexy” de Die Antwoord, canciones que cumplen el propósito de desahogar el enojo. Por otro lado incluye una serie de temas melancólicos de artistas como Adela Diane y Lana Del Rey, perfectos para estar tranquila.
Menstruación
Por último, para la fase menstrual, Erika hace un llamado a la relajación. Los ritmos lentos y pacíficos hechos con instrumentos de viento y voces melódicas son los predilectos para dejar fluir la energía en esta etapa. En este caso nos encontramos con Marie Sioux y Sigur Rós. Artistas que según Erika son capaces de llevarte a ese “lugar onírico al que cada una pertenecemos y del que nos arrancan al crecer”.
Por último, es importante recordar que la menstruación no es una enfermedad, sino que más bien es un momento de éxtasis femenino en el cual es posible desarrollar una conexión con tus emociones. A su vez, al ser un momento cíclico de 30 días, que va en sincronía con el ciclo lunar, esto posibilita la conexión entre la mujer y la naturaleza.