El cuarteto francés no tiene prisa, con un promedio de tres años entre disco y disco, lo que busca Phoenix es tomarse el tiempo para hacer música de calidad, encontrar el tiempo suficiente para componer y ofrecer productos meticulosos. Se tomaron dos años de estudio entre Nueva York y París para hornear este material. El encargado de la producción fue Philipe Zdar, miembro de Cassius, quien ha trabajado también con The Rapture, Cat Power y los Beastie Boys. Zdar se llevó un Grammy por su labor en Wolfgang Amadeus Phoenix, lo que levanta la batuta al lanzar un nuevo disco.
"Entertainment", primer track del álbum y primer sencillo, suena a una continuación del Wolfgang Amadeus Phoenix(2009), pero con tintes chinos en los sintetizadores. Es una canción fuerte, con impecables detalles que le dan una grata bienvenida al escucha. Aquellos sonidos orientales también se encuentran en "Drakkar Noir", que hace referencia a una loción que en 1985 ganó el premio de la fragancia masculina más prestigiada. Las letras dicen: "you could do it better, Drakkar Noir, cheap fixtures…" con el mensaje de Thomas Mars de no conformarse con lo bueno, sino con lo mejor.
Una parte interesante de Bankrupt! es que para su grabación, Phoenix compró vía eBay la consola Harrison 4032 que usó Michael Jackson para Thriller en 1982. Tal vez el título del álbum se deba a la cantidad que desembolsaron en la compra (17'000 dólares).
Con cinco álbumes dentro de su carrera, encontraron una fórmula que los podría caracterizar: meter una canción que exceda los siete minutos y que funcione como interludio. Tal es el caso del corte que le da título a este disco. "Bankrupt" es un track más tranquilo que explota a los dos minutos con una pacífica acumulación de sintetizadores.
Pasando el interludio está "Chloroform", que logra varias similitudes con el CHCI2. El cloroformo es un compuesto químico con un penetrante y dulce olor, que al aspirar por la nariz crea una cierta sinestesia que permite saborear los colores. Aquí se puede saborear el sonido, que sabe como a un algodón de azúcar agridulce.
Para cerrar el álbum de forma simétrica, terminan con una canción llena de vida, "Oblique City", que se desvanece con unos acordes de guitarra que dan una calurosa despedida al que se ponga a escuchar Bankrupt! como un todo.
Hace tiempo que Phoenix pasó de ser una banda underground francesa para convertirse en algo más pop. Bankrupt! es diversión empapada de sintetizadores, es pegajoso y alegre. Tal vez no superó al álbum pasado - será cuestión de darle tiempo- pero entregaron un material impecable con reminiscencias ochenteras que vale la pena escuchar. Esta vez decidieron apostarle a lo seguro, después del éxito de Wolfgang Amadeus Phoenix, y darle continuidad a su cuarto material en vez de buscar un nuevo tipo de experimentación.
http://youtu.be/tBsRvthVhdw