“Yo Perreo Sola” de Bad Bunny: ¿Apropiación o denuncia genuina?
El último álbum de Benito Martinez aka Bad Bunny, YHLQMDLG, vio la luz hace apenas un mes y escaló rápidamente en las listas de popularidad para convertirse en el segundo disco más vendido en Estados Unidos en febrero de 2020, posicionando 11 de sus 20 canciones en la lista de los Billboard Top 100 a cuatro semanas de su lanzamiento.
Bad Bunny es un artista que ha pisado los escenarios más grandes del mundo y que, recientemente, ha sido ampliamente vocal respecto a algunos conflictos sociales como las marchas boricuas que provocaron la renuncia del gobernador Ricardo Roselló el año pasado. Ahora, Bad Bunny está en proceso de lanzar los videos musicales de su nuevo álbum y el viernes 27 de marzo decidió publicar el que acompaña el quinto y polémico sencillo del disco, “Yo Perreo Sola”.
La canción, aunque divertida y con referencias al dembow que se escuchaba por ahí del 2005, es un acercamiento edulcorado, colorido y poco profundo a una problemática que ha estigmatizado al reggaeton por mucho tiempo: el acoso sexual. En la letra sucede un diálogo entre la rapera Génesis Ríos, mejor conocida como Nesi, que afirma bajo frases como “Antes tu no querías, ahora yo no quiero. Yo perreo sola”, que si alguien bailará con ella, será de manera consensuada y bajo sus condiciones. Mientras, Bad Bunny se dedica a describir la personalidad fuerte e independiente de la protagonista de la canción.
El video, por su parte, resulta un material con un mensaje mucho más opaco que el que se busca transmitir en la canción. Benito eligió a Stillz, su amigo y fotógrafo recurrente con quien colaboró en el vídeo musical de la canción “Bichiyal”, para compartir créditos en la dirección de este material que, a dos días de su publicación en YouTube, ya ha superado más de 40 millones de reproducciones (hasta este momento). Sin embargo, a pesar de la participación tan protagónica de Nesi, su colaboración no aparece directamente ni en la canción ni en el video musical. Esto por conflictos entre disqueras que implican a productores y colaboradores antiguos de Bad Bunny en sus primeros materiales.
La ausencia de Nesi, aunque sea resultado de conflictos externos, se convierte en el primer fallo de Bad Bunny en generar un contenido que busca la visibilización y empoderamiento femenino, pues quien canta el famoso “Yo perreo sola” no es ni Nesi, ni alguna otra mujer, sino Benito en un personaje drag que ha sido criticado por ser una representación hipersexualizada de una mujer, que en lugar de mantener el mensaje planteado en la canción, lo hace todavía más borroso.
“Yo Perreo Sola” comienza en un cuarto color rojo donde vemos por primera vez las botas de látex y tacón alto que usa el alter-ego de Benito. “La Coneja Mala”, como muchos le han nombrado es un personaje con un atuendo brilloso compuesto por una falda corta y entallada, un saco con solapas puntiagudas y mangas que se convierten en guantes cubiertos de anillos plateados. Así aparece Bad Bunny: maquillado con un labial rojo, pestañas, mascara, una peluca negra peinada en una enorme trenza, unos lentes oscuros minúsculos y unos pechos enormes, adornados con una pezonera de cadena que cuelga sobre el saco.
El personaje se apropia del lema de la canción cuando un grupo de hombres de diversas edades y estaturas se acercan lentamente, haciendo movimientos amenazantes hacia donde Benito baila. En un momento rápido, La Coneja Mala levanta los brazos y todos salen expulsados al mismo tiempo, momento en que en la canción suena por primera vez la frase “Yo perreo sola”.
Un poco después se introduce un nuevo espacio, probablemente el más polémico de todos. El set es color verde, está La Coneja Mala usando un atuendo negro y un sombrero con incrustaciones, mientras baila entre dos letreros de neon. El de la izquierda con la frase “Las mujeres mandan” y el de la derecha, “Ni una menos”. La escena continúa y vemos a dos personajes bailando, ambos Bad Bunny; su contraparte femenina perreando mientras pega su cuerpo con el de su “otro yo”.
Después de múltiples cambios de set, incluyendo uno donde Bad Bunny aparece rodeado de seis personajes queer que portan coronas y cuernos, el boricua reaparece como La Coneja Mala, ahora acompañada por un grupo de mujeres de diversas edades y complexiones. El video finalmente termina con un texto en letras rojas que dice “Si no quiere bailar contigo, respeta. Ella perrea sola”.
El anuncio del lanzamiento del video lo hizo el mismo Bad Bunny desde su perfil en Instagram con una galería de fotos donde aparece travestido, con la descripción “Yo Perreo Sola!! Alguien la conoce?” Al poco tiempo, la publicación provocó los comentarios de apoyo de varios colegas de la industria que le aplaudieron la decisión creativa de salir en drag en su nuevo video musical, así como la aprobación de varias editoriales internacionales como Paper Magazine y Remezcla, que además publicaron en sus propios perfiles las fotos de Benito en drag, lo cual ayudó a que el video se hiciera viral en muy poco tiempo.
Pero a las pocas horas de su estreno, la conversación sobre el drag pasó a segundo plano cuando varias personas, usuarios de redes sociales comenzaron a criticar las decisiones de Bad Bunny diciendo que se trataba de “un hombre que se apropiaba de un consigna que se había creado en espacios feministas que no le correspondían” o que “Bad Bunny era un hombre heterosexual que hace apropiación y mofa de la cultura queer para su propio beneficio y no el de la comunidad LGBT+”. Otros salieron a su defensa argumentando que “dentro de las marchas del Día Internacional de la Mujer en Latinoamerica, habían varias pancartas haciendo alusión a la canción de Bad Bunny y él solo quería mostrar su apoyo a la causa”, o que el cantante “ha usado sus plataformas y espacios para alzar la voz de injusticias sociales y en apoyo a la comunidad LGBT+”, como cuando apareció en el programa de Jimmy Fallon usando una playera con la frase “Mataron a Alexa, no a un hombre con falda”, haciendo referencia a un trans-feminicidio ocurrido en el baño de un McDonald’s en Puerto Rico.
El debate en redes sociales provocó una ola de argumentos que se oponían a llamar al boricua como un verdadero aliado de la causa, otros defendían su decisión de poner en el video una consigna que ayudaba a visibilizar la problemática de feminicidios en Latinoamérica y hasta provocaron el enojo de los fanáticos después que la pareja de cantantes, Anuel AA y Karol G, publicaran en sus perfiles de Instagram comentarios que parecían ser críticos con la decisión de Bad Bunny por hacer drag en su video.
Al final, el video de “Yo perreo sola” es un tratamiento blando de una problemática real que generó un debate quizás más valioso y provocador que el que se plantea el video mismo, pues el material, aunque probablemente hecho con buenas intenciones, solo atiborra de mensajes al espectador a través de imágenes inevitablemente controversiales e instagrameables.
Redefinir y cuestionar masculinidades, la violencia de género, la representación queer, la hipersexualización de las mujeres en el reggaeton y, quizás, hasta mantener las manos limpias con gel antibacterial en tiempos de pandemia, son tantos temas que se quedan a medias para su análisis. Como propuesta creativa e incluso, estrategia de marketing, el video se presenta como poco sensible ante estas denunicas, lo cual ha provocado un sinfín de opiniones en redes sociales, a favor y en contra.