En montaña rusa con Bandalos Chinos
En 2009 nació en Argentina una banda formada por seis pibes con el nombre de Bandalos Chinos. Este sexteto lleva un disco, Bandalos Chinos (2012), dos EPs Nunca Estuve Acá (2014) y En el Aire (2016). A lo largo de su carrera musical, se han caracterizado por hacer música que uno puede escuchar en cualquier momento, ya sea en un roadtrip, un día en la playa o hasta en días nublados. Sus dulces riffs de guitarra, bajos lentos y acertados, batería que invita a bailar y ensoñadores sintetizadores llenos de nostalgia, son capaces de transportarte a diferentes atmósferas en donde cada canción es un color diferente.
Esta agrupación se ha presentado en grandes festivales como Lollapalooza, Personal Fest, Cosquin Rock, Niceto Club, entre otros y se están preparando para un nueva gira con su recién lanzado segundo álbum, que lleva por título BACH, acrónimo derivado de las siglas del grupo (BAndalos CHinos).
La suave y melódica voz de Goyo (vocalista) abre la primera canción del álbum, “Vámonos de Viaje”. Con Hi-hats, un bajo marcado, una guitarra acústica, sintetizadores que remiten a Asia y bongos a lo lejos, generan una conexión lírica y musical con el título, para que después en “Súper V”, un saxofón guíe a todos los instrumentos a lo largo de esta melodía y del cual Spandau Ballet sería fan.
Guitarras más libres con un tono rockero suenan en “El Temblor”, seguido por acordes nostálgicos, voces melancólicas acompañadas de beats lentos y tristes en la batería que hablan del famoso friendzone en "Demasiado". Después de esa nostalgia, “El Club de la Montaña” genera un matiz lleno de esperanza.
BACH es un álbum con un sonido orgánico y retro, con géneros como el dream pop, rock, funk y disco. Líricamente hablando, este disco es transparente y honesto. Es un álbum personal, acompañado de una calidez musical y una gran paleta de distintos instrumentos en armonía, que te llevan en esta montaña rusa de sentimientos acompañados de temas como el amor, el desamor y la amistad.
Un bajo funk, riffs de guitarras suaves jugando con el tremolo y un saxofón triste suenan en “Hermanos”. Acordes creados tal vez en un rhode, coros agudos y bajos marcados que nos remiten a los Bee Gees en “How Deep is Your Love”.
“Puedo imaginarte siempre en todas partes, tanto para compartir y lo regalaste, me diste la mano, sé que no me lo merezco". Goyo habla de desamor y recuerdos que tuvo con una chica en “Tema de Susana”.
“Lento” podría ser una canción perfecta para bailar con el susodicho o susodicha del cual estás enamorado: acordes suaves de una guitarra a lo largo de la canción acompañados de un saxofón y beats marcados en batería logran una atmósfera romántica para que después un solo de saxofón con guitarra a la Duran Duran suenen en “Tu órbita”.
La portada de BACH es un highlight también: un edificio a dos puntos de fuga, seis misteriosas sombras (las cuales se podría pensar que son los seis integrantes de la banda), escaleras de distintos colores y puertas que llevan a diferentes caminos. Cada puerta te lleva a mundos diferentes, así como sus canciones; puertas que te transportan a atmósferas llenas de color en donde un saxofón es tu acompañante.
Un corazón roto suena en “El Concierto”, “cuanto mas voy a soñar tu tacto, transportandome, imagine tus manos” se escucha en las vocales, que son acompañadas por un piano que parece temblar y acordes tristes generados de guitarra acústica.
Beats bailables en batería, guitarras funk, la voz de Goyo, un tono más rockero en guitarra y la confusión de un amor que se desvanecen en un piano hacen de “Ácido” una gran canción para cerrar.
BACH es un disco ambicioso, equilibra hábilmente la luz y la sombra, en donde la melódica voz de Goyo, las guitarras de Tomás e Iñaki, el bajo acertado de Nicolás, la batería de Matías y los sintetizadores juguetones de Salvador generan de forma sonora distintas gamas de colores, sensaciones y emociones.
BACH sube al escucha a una montaña rusa de emociones que va guiada por los diferentes estilos y sonidos experimentales que se adaptan a las historias detrás de cada canción, lo que hace de este álbum ya uno de los mejores del 2018.