Foto: Reuters/ Yuri Gripas
Por Gerardo Ruiz @Gers_182
Casi a una semana de que el mundo se consternara con los ataques sucedidos en Bruselas, ayer lunes alrededor de las 14:30 hora local de Washington, en medio de las celebraciones por la Pascua, comenzó a divulgarse la alerta por los reportes de un tiroteo en el Capitolio, sede del congreso estadounidense.
CNN informó que un hombre armado trató de pasar por los detectores de metales en la entrada Centro de Visitas del Capitolio. Cuando los magnetómetros empezaron a sonar, fue detenido por la seguridad y luego sacó un arma, comenzando a disparar en el lugar, posteriormente un oficial de policía respondió al ataque logrando su detención. El saldo fue de un oficial y una turista herida, además del atacante identificado como Larry Russel Dawson, quien fue llevado de emergencia al hospital.
Minutos después de producirse el ataque, se ordenó el inmediato cierre del complejo de edificios oficiales donde se encuentra el Capitolio y la Casa Blanca, donde momentos antes se habían realizado celebraciones tradicionales por la Pascua. Todas las personas que trabajan en el edificio fueron llevadas a los refugios asignados para estas emergencias, de acuerdo con el protocolo establecido.
Una hora más tarde, controlada la situación y pasado el peligro, al confirmarse que se trataba de un incidente aislado, las autoridades ordenaron la apertura del complejo del Congreso. Las autoridades estadounidenses descartaron la posibilidad de que se tratase de un atentado terrorista y la Policía del Capitolio indicó que toda la información es preliminar y que agencias federales han puesto en marcha la investigación criminal sobre el incidente.
Russel Dawson, a sus 66 años de edad, cuenta con un antecedente de este tipo. En octubre de 2015 interrumpió una sesión en la Cámara de Representantes y en noviembre, cuando tuvo audiencia para declarar sobre esos hechos, dijo que no tenía que responder nada a las leyes de la tierra porque él sólo responde a las leyes divinas.
Foto: AP/ Cliff Owen
La duda y los por qué de este suceso quedan para la opinión pública, sin embargo es un hecho que los tiroteos en este país se han vuelto un tema mediático, la discusión sobre el tema de la regulación de las armas se ha sobrellevado sin una solución de acciones concretas. Este tipo de ataques perpetrados en escuelas, cines y ahora el capitolio, son un reflejo de cómo ningún sitio en esa nación esta libre de este histórico problema.
Será ¿qué el terrorismo no sólo es un acto de grupos extremistas y también vive en las familias estadounidenses?, la respuesta no es fácil ya que vivimos en una era de pánico donde lamentablemente se han vuelto constantes los ataques por parte de grupos extremistas y de individuos “comunes”. Somos presa de tiempos de psicosis colectiva en los que la violencia es usada como recurso para desestabilizar y crear caos, los motivos quizá no sólo los encontremos en los problemas políticos, sino también si miramos más a fondo en lo social.