Apenas voy a la uni ¿y ya tengo que pensar en mi retiro?
Como te explicamos en ¿Y tú qué vas a ser de grande? Viejito y sin dinero, el sistema de pensiones mexicano recibió un gran cambio en 1997. Para dar un poco de contexto, en la población mexicana ya hay muchos pensionados, la gente está viviendo más años y los nacimientos comenzaron a bajar. ¿Será porque ahora preferimos tener perrhijos? En realidad hay varios factores… El punto es que el cambio que tuvieron las tasas de natalidad y mortalidad hicieron que la Ley del Seguro Social se reformara.
Con los cambios en la ley, el ahorro para el retiro es más complicado para las nuevas generaciones. Así que ahora debemos preocuparnos por: el tiempo que deberíamos tener cotizado en el Seguro Social (de 250 a 500 semanas cotizadas más, comparado con la ley anterior) y que el gobierno ya no se encargará de garantizar nuestra pensión. Es decir, todo depende de lo que tú hayas juntado (o no). ¿Qué implica? Tenemos que ponernos las pilas desde que comencemos a generar ingresos, por más lejano que veamos nuestro retiro.
¿Qué opciones de ahorro tengo?
En México, para depositar el dinero de nuestro “yo viejito”, son dos formas: Una cuenta en una AFORE (Administradora de Fondos para el Retiro) o un PPR (Plan Personal de Retiro).
AFORE
Se abre en cuanto estés dado de alta en una institución de seguro social. Por ley, si eres asalariado, tus aportaciones estarán divididas en las que haga tu patrón, tú como trabajador(a) y el gobierno federal. La suma de esto solo es el 6.5% de tu salario. (Cabe mencionar que una AFORE es una inversión segura porque lo que vayas juntando se invertirá en proyectos que el gobierno planee realizar, como carreteras, hospitales, desarrollos inmobiliarios u hoteleros).
¿Y si soy estudiante?
La primera opción es abrir una cuenta en una AFORE, trabajes o no. Se puede hacer desde tu teléfono con la app AforeMóvil, donde podrás escoger la administradora de tu preferencia. Solo recuerda que tienes que hacer una aportación voluntaria dentro de los primeros 60 días, de al menos 50 pesos. Como en este punto no estás generando ingresos, quizá funcione pedirle una ayudadita a tu familia. Ahorrar tus domingos sería una excelente opción. Una vez que comiences a laborar, es muy recomendable seguir haciendo aportaciones voluntarias a tu AFORE. ¿Recuerdas que por ley te toca el 6.5% de tu salario? Bueno, es aquí donde entras tú a apoyar el crecimiento de tu pensión.
Para ver el impacto de las aportaciones voluntarias, detallaremos el caso de una persona asalariada que comenzó a chambear a los 25 años con un salario de $10,024 pesos.
En una postura un poco pesimista, supongamos que mantuvo el mismo salario durante 17 años. Hasta ese momento, su pensión estimada sería de $6,201 mensuales, sin ahorro voluntario. Ahora bien, supongamos que esta misma persona decide depositar a su AFORE $1,214 extras, cada mes. Con esto su pensión podría crecer hasta $10,094 mensuales, es decir, casi el doble de lo que hubiera logrado sin aportaciones voluntarias. Peero, si esto sucedió sin haber crecido laboralmente –depositando el 12% de su salario y a los 25 años– imagínate cómo podría aumentar el monto de su pensión mensual si hubiera comenzado antes, si su salario hubiera aumentado en su vida laboral y si decidiera incrementar la cantidad de su ahorro voluntario. Eso lo podrías hacer tú.
La otra opción
El PPR lo puedes contratar por tu cuenta, con una aseguradora o banca privada. Algunos de estos planes solicitan una cantidad mínima de apertura que van desde los $10,000 hasta los $30,000 pesos mexicanos. Sin embargo, es muy recomendable ahorrar para abrir una cuenta de este tipo y hacer nuestras propias aportaciones aquí. La mayoría de estas cuentas permiten a los usuarios escoger dónde se invierte su dinero, otorgando la posibilidad de que se invierta en acciones (con índices de bajo riesgo), lo que implica mayores rendimientos a largo plazo; es decir, que tu dinero crezca.
La otra opción es comenzar a ahorrar para abrir un Plan Personal de Retiro. Una vez juntes la cantidad necesaria para abrir tu cuenta, puedes seguir aportando mes tras mes y, como se mencionó, generarás mayores rendimientos que en una AFORE. No hay que olvidar que todas las aportaciones voluntarias que hagas a tu AFORE o a tu PPR son deducibles de impuestos, siempre y cuándo estas no rebasen el 10% de tus ingresos anuales o cinco salarios mínimos elevados al año; cualquiera que sea menor.
¿Eres tu propio jefe?
Estas recomendaciones también aplican para la gente que trabaja de manera independiente, o como mejor se les conocen: freelancers. Si tú eres una de estas, recuerda que puedes inscribirte por tu cuenta al seguro social. Simplemente, para que cumplas con el mínimo de semanas cotizadas.
Un poco de contexto… En México, necesitas cumplir con dos requisitos para poder pensionarte:
Edad (60 años para pensión por pérdida de empleo y 65 años para pensión por vejez).
Un mínimo de semanas cotizadas en el Seguro Social. Si te pensionas después del 2031, necesitarás tener, al menos, 1000 semanas cotizadas. (Para conocer el número de semanas requeridas, por año, visita aquí).
Lo importante es poder comprobar que has estado trabajando todo ese tiempo. Y la forma de lograrlo es inscribiéndote al Seguro Social como trabajador independiente. Si eres asalariado, no hay de qué preocuparse, tu patrón tiene que darte de alta a ti.
Todo esto quiere decir que, mientras más pronto te preocupes por tu retiro, mayores rendimientos generarás con tu ahorro. También puedes acumular más semanas e incrementar el monto de tu pensión. No lo dejes para después. Recuerda que ahora somos nosotros manteniendo a nuestro “yo viejito”. Así que el mejor momento para ahorrar para tu retiro es hoy.
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