La mujer ícono de las Madres de Plaza de Mayo, llega a la Ibero
Por: Fernanda Lobo Díaz
¿Cómo enfrentar y terminar con la práctica de la desaparición forzada en América Latina?
¿Quién podría tener la autoridad para hablar sobre el tema hoy día? Ella, Estela de Carlotto, activista de origen argentino y quien preside la asociación de las Abuelas de Plaza de Mayo.
¿Por qué? Porque una de sus hijas, Laura Estela Carlotto fue secuestrada y desaparecida en Buenos Aires cuando estaba embarazada, a finales de 1977. Tras años de investigación, De Carlotto logró saber que su hija vio nacer a su nieto y que fue apropiado con su identidad cambiada. Lo buscó por más de 30 años… En agosto de 2014, tras la comprobación de ADN, su nieto fue identificado y se convirtió en el número 114 de la lista de nietos encontrados.
Sobre este tema versará la conferencia magistral que ofrecerá De Carlotto en la Universidad Iberoamericana CDMX este miércoles 17 de octubre en el Auditorio Crescencio Ballesteros de esta casa de estudios a las 09:00 horas, en el marco del 13 Foro de Derechos Humanos del Sistema Universitario Jesuita. Mientras que el jueves 18 participará en el panel “Comisiones de la verdad. Análisis de viabilidad frente a contextos diversos”.
El contexto de su historia
Una de las particularidades del periodo al que llamamos Guerra Fría, caracterizado por el enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética, es el fuerte intervencionismo norteamericano en América Latina. El temor a la expansión del comunismo en el continente llevó a los estadounidenses a orquestar la llegada al poder de líderes militares a través del derrocamiento de gobiernos con tendencias socialistas y posteriormente, la elaboración del Plan Cóndor, una alianza entre las dictaduras argentina, brasileña, chilena, paraguaya, boliviana y uruguaya, para mantener el control en la región. Una Latinoamérica autoritaria, significaba seguridad para occidente, el cual, estaba dispuesto a pagar un precio muy alto por ella.
A la par de la dictadura chilena, el autoritarismo argentino también fue brutal.
La muerte del presidente Juan Domingo Perón, de tendencia socialista y sindicalista, trajo consigo una gran inestabilidad en el país. El gobierno de su sucesora Estela Martínez de Perón, fue duramente criticado por un segmento de las Fuerzas Armadas y parte de la élite argentina. La sociedad estaba tan polarizada, que junto con el apoyo estadounidense, dio paso a un golpe de Estado y la llegada al poder del general Jorge Rafael Videla en 1976.
El horror
A partir de estos sucesos, se desató la represión y la violencia en contra de los disidentes del régimen. Se estima que hubo 30 mil desapariciones forzadas durante el periodo de la dictadura. La desaparición forzada es un crimen perpetrado por agentes del Estado o por particulares con aquiescencia a éste, que constituye una violación grave a los derechos fundamentales de una persona. También se llevavaron a cabo ejecuciones extrajudiciales y tortura en centros de detención estatales.
Una particularidad de esta máquina del terror, fue el rapto de los hijos de los opositores (desaparecidos o asesinados) para ser adoptados por familias cercanas al gobierno. El propósito de estos secuestros, era asegurar que estos niños no se convirtieran en futuros opositores y de esta manera, asegurar la continuidad del autoritarismo.
Estos crímenes se llevaron a cabo de manera generalizada y sistemática, por lo que son catalogados por el derecho penal internacional como crímenes de lesa humanidad.
La resistencia
La sociedad civil organizada comenzó a protestar y a exigir el regreso a casa de sus familiares. Surge el movimiento de Madres de Plaza de Mayo, conformado por las madres de los desaparecidos. Se reunían en la Plaza de Mayo, un espacio de gran importancia simbólica para Argentina y en donde se encuentra ubicado el palacio de gobierno conocido como “La Casa Rosada”, sentándose en silencio con un paño blanco en la cabeza, demostrando que el silencio puede ser más fuerte que las palabras. Semana con semana, las madres pedían justicia para sus hijos y continuaban la lucha que ellos empezaron.
Con el paso de los años, estas madres se convierten en abuelas, pero su búsqueda de justicia sigue vigente. Abuelas de Plaza de Mayo es la asociación heredera de la batalla contra las secuelas de la dictadura. Su objetivo es reunir a las familias separadas por el régimen militar y fomentar la prevención de crímenes de lesa humanidad en América Latina y el mundo. De hecho, han logrado identificar y vincular a 128 nietos y nietas con sus familias biológicas. Por este trabajo fueron nominadas en cinco ocasiones al Premio Nobel de la Paz y fueron ganadoras del premio Félix Houphouet Boigny otorgado por la UNESCO.
El 17 y el 18 de octubre la Universidad Iberoamericana Ciudad de México recibirá la visita de la presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en la en el marco del XIII Foro de Derechos Humanos del Sistema Universitario Jesuita. Es una oportunidad para que los y las estudiantes, escuchen de viva voz el testimonio de quien experimentó en carne propia los horrores de la dictadura y la desaparición forzada.
De forma paralela se llevarán a cabo paneles de discusión acerca de crímenes internacionales, comisiones de la verdad y derechos humanos en general; temas de gran importancia en la coyuntura actual.
Finalmente, el viernes 19 de octubre en el Museo Memoria y Tolerancia se llevarán a cabo, como parte del propio foro, dos paneles de discusión sobre herramientas para la defensa y promoción de los derechos humanos.