‘Chorus’ de Mildlife: Extracto de la semana
Una pista de baile en el cosmos. Un punto en el espacio y el tiempo donde meteoritos y cometas son iluminados por una bola disco. Los astros se alinean para llenar el vacío con groove y psicodelia. Los culpables de ello son una banda que despegó desde Australia y cruzó la estratósfera. Sólo en estas condiciones podía surgir Chorus.
Mildlife sale de una latente escena de psicodelia en Australia. Después de dos álbumes demostrando que el baile y la experimentación van de la mano, esta vez concretan su estilo en un sonido más complejo. Chorus es la unión de elementos aparentemente dispares que cobran sentido como un todo. Lo luminoso, lo fresco y lo místico convergen en un punto de encuentro.
El ritmo es el corazón de este material. Invita al movimiento, ya sea a bailar y mover la cabeza o sentir en el cuerpo cada matiz sonoro. Esto se logra gracias al sello de la banda: combinar lo festivo y lo etéreo. Hacen que el funk suene psicodélico y que el jazz suene sereno. Como un todo, es una experiencia densa pero relajante.
Conceptualmente, el grupo se hizo una pregunta clave: ¿qué hace que las cosas funcionen? Para ellos, la respuesta se encuentra en el ritmo de la naturaleza. Es reconocer que la música y el arte están sumamente apegados con la naturaleza interior y exterior al humano. El valor del disco no se encuentra en que todo fluye a la perfección, sino en el fluir natural y estado de las cosas.
Chorus es pura alquimia sonora: convierte resonancias en un viaje intergaláctico. Escuchar a Mildlife es psicodelia y groove garantizado, pero con este álbum, forman un universo sonoro tan emocionante como experimental. Nos propone que lo increíble de la música no está en la perfección, sino en su cercanía con la naturaleza y lo humano.
Viaja al espacio con Chorus a través del #Extracto909 en vivo los viernes a las 19 horas, con repetición el domingo a las 21 horas. Escúchalo en ibero909.fm o sintoniza 90.9 FM.
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