via: México es Cultura
“Cuando alguien no te quiere decir la verdad es por alguna razón, tal vez te intentan proteger de ella”, es una de las frases que aparecen en el documental Nacida en Evin (2019), de la directora y actriz iraní-alemana Maryam Zaree.
Una película en la que los secretos familiares esconden más que simples historias personales; ocultan un pasado oscuro, el cual algunos de sus personajes prefieren mantener en silencio.
Cuando la directora Maryam Zaree tenía 12 años, descubrió algo especial sobre su infancia: había nacido en una prisión de Irán, Evin. Ella pertenece a una generación de bebés que vivieron sus primeros años en reclusión, bajo el control de un gobierno opresor. Hace 40 años, en Irán, miles de personas protestaron para derrocar la monarquía que gobernaba al país. Al lograrlo se encontraron con un líder más despiadado que el anterior, el Ayatollah Khomeini.
La historia de Maryam está fuertemente ligada a este suceso, sus padres eran activistas políticos considerados enemigos del Estado. A pesar de contar con esta información, Maryam desconocía los detalles de su nacimiento. Su madre, ahora una candidata política en Frankfurt, no disfruta hablar sobre su pasado y los años previos a su emigración a Alemania. Por esta razón, Maryam decidió filmar un documental para descubrir la verdad sobre sus primeros años de vida.
via: Goethe Institut
Nacida en Evin logra ser un documental íntimo y entrañable, que relata historias sumamente personales; y a su vez, narra una historia colectiva para lanzar una crítica política contundente. Zaree logra transitar entre dos mundos de manera fluida para hacer una cinta propia, pero al mismo tiempo generar un comentario global. Utiliza material de archivo para reconstruir los hechos históricos en Irán, y los combina con videos y audios caseros familiares para retratar su infancia.
El documental también halla fortaleza gracias a los personajes que aparecen en él. En su búsqueda para descubrir su verdad, Maryam encuentra a otras exiliadas iraníes en Europa y América, en su totalidad mujeres, que ahora desempeñan vidas exitosas en sus nuevos países. Al retratarlas, Zaree demuestra uno de los puntos principales de las protestas en Irán: que existe igualdad entre hombres y mujeres; y que ellas también pueden tener éxito profesional y personal. Adicionalmente pinta un cuadro de la multiculturalidad, y que los migrantes pueden aportar valor a sus nuevos países.
Nacida en Evin consigue atrapar a la audiencia desde el primer instante, una película sensible y honesta. Maryam transmite su curiosidad para descubrir su verdad, aunque ésta puede ser más difícil de lo que se espera. Es una historia que vale la pena conocer. Ganadora del premio a mejor película en Perspektive Deutsches Kino Programme de la Berlinale en 2019. Es parte de la selección oficial de la semana de cine alemán del Goethe Institut.
