Zomba Prison Project: la música como fuerza liberadora

La prisión es una tremenda educación en la paciencia y la perseverancia Nelson Mandela

Si un individuo -cualquiera que este sea- infringe la ley, podría terminar en presidio; a toda acción corresponde una reacción. Llegar a cana tiene como consecuencia la pérdida de sus derechos políticos y lo más importante, de su libertad. La vida en las galeras puede ser un verdadero infierno, muchas veces la cárcel deshumaniza, violenta y exacerba lo peor del ser humano. No obstante, hay ocasiones en las que un detonante dinamita la pesada atmósfera de la vida en reclusión: el arte.

En la pasada entrega de los premios Grammy, la clásica asepsia de la industria mainstream musical se vio pasmada al incluir dentro de los nominados al premio a mejor álbum de World Music, una rara avis del espectro musical global: Zomba Prison Project.

Dieciséis músicos, entre los que figuran asesinos, delincuentes comunes, celadores y burócratas penitenciarios, conforman el variopinto combo musical que tiene como base de operaciones Zomba, la chirona sobrepoblada y de máxima seguridad ubicada en Malaui, una de las naciones más pobres del mundo con un 65% de la población debajo del umbral de pobreza ubicada al sureste de África.

https://www.youtube.com/watch?v=sEPIcOHKv3I

https://www.youtube.com/watch?v=KdQyKWBi2yw

Lamentablemente, la Cenicienta de los Grammy no salió victoriosa en la repartición de los galardones debido a Sings, el larga duración de Angelique Kidjo quien se erigió como ganadora. Sin embargo, la simple nominación puso en la mira de los mass-media la historia de vida de un puñado de convictos que transmutó su encierro en una obra sonora que los sacó de su ostracismo y cotidianidad; el arte cambia vidas, abre senderos, derriba muros y ofrece un destello de luz en medio de la noche más espesa.

https://www.youtube.com/watch?v=lP6y7k2eyeo

 

Bajo la producción de Ian Brennan -melómano, escritor e investigador musical incansable, además de productor de bandas sui géneris y ganador de un Grammy-, el Zomba Music Project lanzó al mercado I Have No Everything Here (2015, Six Degrees Records), veinte tracks cantados en lengua chichewa (original de Malaui) que son el catalizador de la forma de ver y percibir el mundo a través de los ojos de seres humanos privados de su libertad, confinados y hacinados. El corte inicial es claro: “Listen to me (or I Will Kick Your Ass)” o “Escúchame (o te patearé el trasero)”, funciona como un manifiesto poderoso y es la consigna del disco. La agrupación lanzó un grito fuerte y claro que tiene como objetivo luchar en contra de su invisibilización y re-integrarlos de alguna manera a la sociedad de la que fueron aislados.

https://www.youtube.com/watch?v=8Rx3APSe8SM

 

A través de una instrumentación básica y sobria que navega entre el rock básico, el folk y la música tradicional africana, se llega a líricas que hablan sobre diversos tópicos como la niñez perdida, la muerte a causa del Sida, los errores cometidos a lo largo del camino. I Have No Everything Here fundamentalmente es una producción que cuenta el devenir en una nación subdesarrollada, con composiciones que muestran la alegría y el sufrimiento que día trás día se vive en este valle de lágrimas.

La humanización de hombres y mujeres despojados de su libertad nos lleva a pensar que la música y el arte en general, subliman el espíritu, ennoblecen, alimentan el alma y podrían conducir a una efectiva reinserción en la sociedad. Es deber de los diversos dirigentes e instituciones lanzar políticas públicas que fomenten el arte y el humanismo dentro de las penitenciarías (psiquiátricos y donde quiera que haya población vulnerable y desamparada) para así disminuir el alto índice de violaciones a los derechos humanos, prevenir los brotes de violencia (verbigracia Topochico), y contribuir a una rehabilitación total de los internos.

Reflexión, introspección y ánimo festivo a pesar del encierro. Detrás de los muros, invisibles para el mundo, unos cuantos prisioneros encontraron la catarsis: la música. Aún en las condiciones más paupérrimas el arte nos hará libres, y prueba de ello es el Zomba Prison Project.

https://soundcloud.com/sixdegreesrecords/please-dont-kill-my-child

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