VL15: Lo que más nos gustó del sábado en el Vive

Mariel Mariel

“¡Si ya estamos aquí vamo’ a hacerlo bien! ¡Yo digo toque y ustedes dicen!”... Mariel Mariel es puro disfrute latinoamericano: chilena que en la Carpa Intolerante cumplió con las fantasías de muchos asistentes soltando cabellera y tirando el remo con una bailarina con la que se movió cadera con cadera, pecho con pecho. Pegadito, como se dice aquí.

Percusiones para hacer el amor, acompañadas de los sollozos adictivos de Mariel Mariel, hicieron de este acto la mejor compañía para la llegada del atardecer el sábado 14 de marzo.

Enjambre

Frente a unas 25,000 personas Enjambre se adueña del escenario principal del Vive Latino para tocar canciones de su más reciente disco "Proaño".

Luis Navejas canta "Ausencia de cocina", el primer sencillo con el que muchos conocimos a Enjambre hace unos años en México.

Molotov Jukebox

Natalia Tena se lució el día de hoy en la Carpa Rockampeonato al hacernos olvidar su carrera como actriz e impresionarnos con su propuesta musical Molotov Jukebox.

Seis personas y seis instrumentos en un mismo escenario. Bailamos, sudamos al ritmo del ska/reggae alternativo que esta banda impregnó en nuestra piel. Con atuendos extravagantes y una actitud cautivadora, Molotov Jukebox nos dejaron con ganas de más.

San Cisco

¿Cómo llegó esta banda al Vive Latino? Pareciera que su pop electrónico, playero y cursi no tienen nada que ver con un festival cuyo objetivo es ser una plataforma hispana. Pero aquí están y pues ni modo.

San Cisco tiene el defecto que canciones a excepción de sus hits son sumamente parecidas. La contraparte de esto,  es que sus canciones más conocidas son recibidas con fervor y mucho cariño. Por ejemplo, cuando interpretaron “Fred Astaire” fue inevitable que se escaparan dos que tres pasos de baile entre sonrisas muy sinceras. San Cisco podrá no tener “nada” que ver con el Vive Latino., pero tiene todo que ver con el público mexicano.

Los Fresones Rebeldes

 

Mientras un ala del Vive Latino se enfocaba en el rock urbano y gritable (en Caifanes), otros asistentes coquetearon con la música fácil, se regodearon en una melancolía de indie pop y fueron idiotizados por el pop.

Los Fresones Rebeldes y su “tontipop” fueron recibidos en el cariño que merecen, pues canciones como “Al amanecer” o “¿Por qué me tengo yo que enamorar?” fueron coreadas con la misma ingenuidad que se escribieron. Los barceloneses ofrecieron un show sencillo, hermoso, cursi y tiernísimo, fue como encontrarse un familiar que no se veía desde hace años: los chistes viejos regresan, el antiguo amor renace y, eventualmente, es inevitable querer abrazorlas hasta el fin de los tiempos. ¡Larga vida a los fresones!

El Columpio Asesino

La invasión del rock español fue hace más de dos décadas, sin embargo este Vive Latino fue el escenario indicado para demostrar que el siguiente ataque estará comandado por El Columpio Asesino. Justo al final de Enjambre y a la par de Lucybell, El Columpio Asesino comenzó con el derroche de rock en la Carpa Rockampeonato. Y al igual que como inicia su más reciente material, el quinteto rompió el silencio con “Babel”.

Con los ánimos hasta el tope y el polvo mezclado con humo por todas partes, los oriundos de pamplona siguieron presentando algunas melodías de su más reciente disco, Ballenas muertas en San Sebastián (Mushroom Pillow, 2014), hasta que la calma tomó un papel protagónico con “Perlas”. Conforme pasaban los minutos, el quinteto logró que cada uno de los asistentes corearan las canciones, pero el clímax llegó cuando los amplificadores comenzaron a vibrar al ritmo de “Toro”, aquella canción que en 2011 se convirtió en una de nuestras favoritas. A pesar de lo complicado que pudo ser este horario, El Columpio Asesino mostró en este Vive Latino que está listo para enfrentar cosas más grandes.

Caifanes

Las cosas no pasan igual dos veces y Caifanes lo demostró en esta edición 16 del Vive Latino. Si bien ya pasó la euforia del regreso y entre aquel mítico concierto del vive en 2011 y este, existen poco más de 100 presentaciones, el Foro Sol fue testigo de un acto difícil de olvidar.

Desde los primeros acordes de “Los dioses ocultos” se escuchó que todos estábamos listos para comenzar con un nuevo ritual. Así que canciones como “Para que no digas que no pienso en ti”, “Nubes”, “Perdí mi ojo de venado” y “Viento”, hicieron que el gigante de mil cabezas despertara para cantar cada una de ellas.

Uno de los momentos más impactantes fue el conteo de los 43 estudiantes desparecidos que culminó con la interpretación de “Antes de que nos olviden”, canción que ocultó la voz de Saúl Hernández entre miles de voces que gritaban con fuerza hasta ser una misma.

A partir de aquí Saúl tuvo que voltear el micrófono hacía el público en diferentes ocasiones, ya que la voz de miles de personas lograba que Caifanes se convirtiera en el espectador de algo que solamente se puede lograr con un público tan entregado como el de aquella noche.

“No dejes que” anunciaba que esta presentación se extinguía poco a poco, ya que Saúl, Sabo, Diego y Alfonso salieron para cerrar con todo su segunda participación en el Vive Latino. Así “La célula que explota” y “La negra Tomasa” arrancaron el último gran grito de miles de personas que se dieron cita en la plancha del Foro Sol.

Para despedir, los Caifanes pusieron en el sonido local “Imagine” del gran John Lennon, de tal forma que su petición de un mundo lleno de paz no podía ser más claro.

Ahora sólo nos queda esperar para escuchar qué es lo que se traen entre manos estos grandes músicos mexicanos, la pista que tenemos es que no solamente será un sencillo, sino un disco completo que quizá verá la luz este mismo año.

Nortec Collective presents: Bostich+Fussible

Los tijuanenses dicen que se despiden, que ya no harán música juntos. Su presentación en el Vive Latino fungió como despedida oficial en territorio mexicano y, francamente, no dio la talla. Sí, siempre es un goce brincar con los bajos ensordecedores y el acordeón asesino de Nortec, pero su último show en el VL de 2011 nos dejó esperando mucho más de este dúo.

Subieron al escenario a Wolfgang Flür de Kraftwerk, pero la colaboración dio más vergüenza que emoción cuando todos nos dimos cuenta de que su micrófono ni estaba conectado. Ramón Amezcua y Pepe Mogt se pusieron sus clásicas máscaras, y cambiaron de lugares con unos bailarines de hip hop que no venían mucho al caso. La banda que siempre acompaña a Nortec no sonó tan bien como en ocasiones pasadas. Sin embargo, las ganas del público de despedirse de Nortec superaron todos los contratiempos y con saltos, gritos y una mini-guerra de vasos, agradecieron los años en los que Bostich y Fussible colocaron a Tijuana en el mapa de la música electrónica.

Mastodon

Después de pequeñas advertencias con las presentaciones de S7N y Apocalyptica, el ambiente metalero terminó de apoderarse del Vive Latino 2015 con Mastodon. En punto de las 11:20, y ya con cinco minutos de retraso–eternos para los asistentes—, el cuarteto norteamericano saltó al escenario para iniciar un set stoner de ritmos tranquilos que en muy poco tiempo hicieron explosión para dar paso al heavy metal.

Con visuales que alternaban entre ilustraciones de monstruos psicodélicos y mujeres en paños menores al ritmo de la música, el headbanging no se hizo esperar, todos sacudían el cráneo, aunque el tema del cabello era imaginario para algunos.

Happy Mondays

A pesar de todo, los Happy Mondays siguen vivos. Famosos por la manera en que fiesteaban y por ser una de las bandas pilares del movimiento Madchester —el mismo nombre de la movida de Mánchester viene de un EP de los Mondays— la banda se paró en la Carpa Rockampeonato que, al menos por unos segundos, y si ponías atención a los movimientos de Bez, quizá podrías imaginarte en el Haçienda de hace algunos ayeres.

Incluso si no los conocías, los Mondays tienen todo el oficio del mundo para crear una fiesta instantánea, y con las canciones que inmortalizaron años atrás, en donde surgieron todas las leyendas y mitos sobre Factory Records, Tony Wilson y compañía, los Happy Mondays demostraron que las nuevas generaciones también pueden disfrutar de la grandeza de las viejas glorias inglesas. Y qué manera de prender a la gente con “Step On” o “24 Hour Party People”, ojalá que algún día regresen para un concierto propio y así poder reventar el lugar.