Fotografías por Moy Triana
Con el Bar Caradura totalmente abarrotado, Vetusta Morla comenzó la primera de dos fechas contempladas en su más reciente visita, ocurrida el pasado miércoles 3 de octubre, en donde predominó el calor humano, la energía, y sobre todo, el cantar a todo pulmón. En este enigmático foro de la colonia Condesa, la banda madrileña entregó, uno a uno, sus más grandes éxitos después de la corta pero intensa espera de su regreso desde su última participación en el Vive Latino 2012.
El contraste entre ambas presentaciones resulta singular, puesto que de cierta manera, se identifica una conexión íntima de los asistentes con la banda, que podría no ser tan evidente en una presentación frente a miles de personas. El grupo cuenta con canciones que resultan realmente poderosas al ser resonadas por cientos de voces en un lugar pequeño como si se tratara de un human microphone e incluso, en un venue tan íntimo y casi hogareño como el Bar Caradura, los fanáticos de la banda se expresan con mucho más pasión y confianza al estar rodeados casi exclusivamente de fans tan arraigados como ellos.
Es así como la presentación de esta agrupación logra un gran espíritu de camaradería y hermandad entre los asistentes. Esta emoción atraviesa un sinfín de vueltas; casi como si se hubieran puesto de acuerdo, parece surgir espontánea y generalizadamente.
De esta manera, Vetusta Morla generó momentos casi mágicos con canciones como ”Los Días raros” y “Baldosas amarillas”, en los que la felicidad de la banda por presentarse de nuevo en tierras aztecas era evidente. Es así como canción tras canción, se construía un vínculo semi-sagrado que fue escalando para finalmente concluir de la manera más estruendosa su set de alrededor de 17 canciones con la “Cuadratura del circulo” final caótico y violento, en el cual el recinto parecía a punto de explotar, mientras que Pucho (Vocalista de la banda) golpeaba energéticamente la batería junto con David “El Indio”. Terminando así una presentación más de la banda procedente de Tres Cantos y dejando a los asistentes con sed insaciable que seguramente sería calmada el sábado después de esta presentación.