Hoy en día, en el mundo del cine, muy pocos autores han conseguido dominar el arte de la dirección y la composición musical al mismo tiempo. Si bien es cierto que muy a menudo se compara a un cineasta con un director de orquesta también lo es que el trazo de una escena no se parece en nada a la creación de melodías o la concepción de frases musicales. Algo que han conseguido en la industria americana personajes como Clint Eastwood o Mike Figgis y en la española Alejandro Amenabar o Fernando Trueba tiene un equivalente en Alemania con Tom Tykwer. Realizador, productor, guionista y compositor de bandas sonoras, Tykwer es un creador único que, en solitario o con su banda de música electrónica PALE 3, ha compuesto el soundtrack de todas sus películas. Un niño que empezó a tomar clases de piano a los 8 años y que filmó sus primeros cortos a los 11, se hizo cineasta y compositor casi sin saberlo y le parece muy natural escribir la partitura de sus filmes. Así lo hizo con sus éxitos Corre Lola corre, La princesa y el guerrero o El perfume y así lo repite con su más reciente película: Un holograma para el rey.
Criticado y cuestionado por la prensa especializada tras su colaboración con los hermanos Wachowsky en la controvertida y fallida Cloud Atlas, Tykwer se refugia un tiempo en la televisión donde renace desde sus cenizas con la serie Sense8 y regresa ahora al cine con Tom Hanks como protagonista. Un holograma para el rey es una extraña joya que, desde un tono y una historia completamente distintos a lo que el director y la estrella nos habían acostumbrado, les permite reinventarse mientras nos entretienen y conmueven. Un cuento sobre un hombre común que en su frágil madurez viaja al otro lado del mundo para, en la soledad de un realidad diferente a la suya, se reencuentra consigo mismo.
Por eso y más, esta semana hay que ir a ver lo nuevo de Tom Tykwer donde una vez más compone y dirige una obra que vale la pena descubrir.
@elmoremoreno