The Tallest Man On Earth (2012, Dead Oceans)
Con un par de años de distancia a The Wild Hunt (Dead Oceans, 2010) el cantante y compositor sueco Kristian Matsson lanza su tercer material There's No Leaving Now, sí, con el mismo sello, sí nuevamente grabado en su casa como buen trovador folk que es. Pero entonces, el distinguir los contrastes entre sus discos se hace algo más allá de la forma en que rasguea la encordadura. De principio habrá que decir que un cambio notorio es su debut en la mezcladora, ahora asoman sonidos encimados de tambores, algunos instrumentos de viento y uno que otro arpegio de guitarra eléctrica como en “Criminals”.
Pero más allá de ese cambio de texturas que también sucedían en “Kids On The Run” de su pasado LP, quizá lo que distingue más al disco es su mismo título: No hay salida ahora , ese indicador de martirio necesario para purgar las penas, el árbol desechando lo seco en la portada lo sugiere. Dice el propio Matsson en “1904”: “And the singing is slow and so quiet. Like the sound when you sleep off the floor/ Y el cantar es lento y silencioso. Al igual que el sonido cuando duermes en el piso". La primera mitad del LP se sostiene con melodías y letras que rayan en lo esperanzador en medio de lo incierto, como la que abre y la ya citada, pero justo el material se dobla por la mitad ahí en la canción que da nombre al álbum: piano e incertidumbre emocional que termina por escurrir y dominar la segunda parte del disco.
Se puede estar seguro de que en esta ocasión Matsson se ahorró los propóleos para su garganta, de los que no escatimó en The Wild Hunt. También que esa incertidumbre lo aleja un tanto de esas rítmicas aceleradas como en “King of Spain”. Se oye un Tallest Man On Earth más mesurado e íntimo, melancolía necesaria para futuros materiales, pero que siempre supura por esa línea folk que lo ha definido.