La música de la última producción de los Dirty Projectors grita con ganas de ser escuchada; entre caminos accidentados y paisajes formados por cuerdas de violines y aplausos. Esta banda de Brooklyn, Nueva York nos presenta Swing Lo Magellan, un álbum con gran poder en la composición de cada pieza, que combinadas con la gran habilidad como letrista de David Longstreth hacen que a cada rato nos tropecemos con sonidos desbarrancados que no habíamos escuchado y mucho menos los habíamos visto venir.
Los Dirty Projectors son un talentoso, innovador e impredecible grupo de músicos liderados por Dave Longstreth; quien a su vez es el responsable de haber escrito, producido y mezclado el sexto disco de este grupo de amigos. En donde no sabemos si es por hipsters o porque les cae muy bien su vecino panzón, la portada es una foto de Dave y Amber (dos de los principales miembros de la banda) platicando con este barrigón personaje en el bosque al norte de Nueva York. La foto fue tomada por el hermano de Dave, probablemente para subirla a Instagram, se imaginarán el calibre de "hipsterés" que manejan estos cuates.
Swing Lo Magellan es una obra en la que, como en todo buen libro o buena película, nunca sabes que va a pasar, y así cada vez que la escuchas puedes encontrar algún paisaje desconocido, alguna cueva llena de voces o algún bosque que suena a misterio. Como ejemplo podemos escuchar “Dance for You” donde encontramos cambios abruptos con violines, violas y juegos de cuerdas que parecen salir de la nada y tomar de repente el control. El disco suena como a un conjunto de experimentos musicales, donde cada uno fue meticulosamente calculado.
Sin perdernos el los caminos de los clichés, los Dirty Projectors (firmados por Domino Records) nos enseñan un sonido maduro, una producción que nos lleva en un viaje entre veredas de terracería que fuera de la pavimentada escena hipster de Brooklyn, y los pone un escalón más arriba.
Desde “Offsprings are Blank” la canción con la que abre este LP, podemos entender que toda la obra es impredecible. Aquí se pueden encontrar sorpresas de todo tipo; desde aplausos que se acercan hasta "madrazos" entre guitarras. Que pueden convertir a estos músicos neoyorkinos en la banda favorita de cualquier hipster. Hay rolas con letras para hipsters enamorados, vestidos con la misma camisa de cuadritos y con los típicoslentes de pasta; pero también las hay para el hipster enojado, para el introspectivo, y hasta para el borracho.
La voz de David Longstreth sobresale en todo el disco, sin embargo, no opaca la música, es como si hubieran nacido para gritar juntos. Y Amber Coffman, Haley Dekle y Olga Bell no se quedan atrás, ya que durante todo el disco guían el sentir de rolas como en el caso de “Gun Has No Trigger”. Y en alguna otra como “The Socialites” la voz de Amber Coffman (quien es responsable también de prestar su voz para el sencillo de Major Lazer, “Get Free”) es la que toma el control, cantando sola por única vez en el disco.
http://youtu.be/o_qFaFl7JVc
A pesar de lo ecléctico que puede llegar a ser este álbum, logra unir todo y sonar como una obra congruente de principio a fin, con momentos felices, enamorados, embriagantes y crudos; pero al fin de cuentas es un disco en el que vale la pena echarse un clavado y entender que los Dirty Projectors nos quieren decir a gritos, guitarrazos y trompetazos que ahí están con un sonido más ameno, inmersos en su locura y con ganas de llegar a los ávidos oídos de cada persona que los escucha.