El agua golpea contra las manos y después se siente contra la cara. Cada vez más profundo, la presión empieza a empujar contra las orejas, un poco contra los pulmones, pero en ese momento, 30 metros debajo del agua, nada más importa. O por lo menos eso es lo que afirma Martina Amati, aficionada del free diving (que es un tipo de buceo pero sin tanque de oxígeno). Después de sentir que su carrera estaba estancada con MTV, le dio una oportunidad a este deporte, e instantáneamente sintió cómo la inspiración se apoderaba de ella, rodeándola como lo hacía el agua presurizada que tocaba cada centímetro de su cuerpo. Dos años después de la experiencia, la cineasta hizo el documental A’Mare (2008), con el cual fue galardonada dos veces. Su carrera ha continuado con ese ritmo y excelencia con los documentales I Do Air (2009) y Chalk (2010).
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Este deporte le cambió tanto la vida, que decidió compartir su experiencia con el público con una exposición más que ambiciosa. Son cuatro paneles en una caverna de 14,000 pies cuadrados que simulan la experiencia del buceo libre, en los cuales los asistentes podrán visualizar diferentes figuras etéreas nadando en una inmensidad azul.
La exposición, titulada Under, se encuentra en un hangar al otro lado del museo Madame Tussauds, en Londres, en un espacio el cual se utilizaba para hacer pruebas de concreto, y ahora fue adoptado por la Universidad de Westminster como una galería.
Por @sofiavim