'Sonoridad imaginaria y cadenciosa': Dalia Monroy
Con la ocasión de la inauguración de la primera etapa de su nueva serie llamada Sonoridad Imaginaria y Cadenciosa en el Museo José Luis Cuevas, la artista mexicana Dalia Monroy platicó con nosotros sobre la interdisciplinariedad de su obra y aquello que la inspira. A la par nos da un pequeño adelanto sobre la segunda etapa de esta serie. Monroy trabaja principalmente con la danza, la música y las letras, integrando de esta manera su educación formal en las artes plásticas con nuevas exploraciones, tales como el body paint.
¿Por qué dirías que esta muestra es diferente al resto que has realizado previamente?
Porque recurre a muchas disciplinas distintas y porque hay un video que registra lo que se hizo con la danza. Esta muestra es la primera etapa de un proyecto en el que sigo trabajando y que será presentado prontamente en otros museos tanto nacional como internacionales.
¿Cómo es que tu formación artística influyó o inspiró esta serie?
Yo soy egresada de La Esmeralda y posteriormente estuve en el extranjero, tanto en Londres como en Belgrado. Empecé a forjar mi carrera profesional en galerías del INBA, participando en concursos y bienales. En 1995 exhibí una muestra en el Palacio de Bellas Artes enfocada en la danza y sonoridades. Desde los noventa, me dediqué a experimentar con muchas disciplinas, particularmente la música.
¿Hay algún género con el que más te guste trabajar?
En realidad, no me gusta encasillarme en ninguno. He trabajado con cualquier género desde lo prehispánico hasta lo sonoro.
Sobre el título de la obra, ¿a qué te refieres con la palabra “Cadenciosa”?
Es porque la danza es cadenciosa. Si tu ves a alguien bailando a un son, está lo cadencioso, lo estético. Trato de involucrar al espectador dentro de mi obra por medio de su imaginación — yo soy neofigurativa— y me gusta que haya muchos elementos musicales que provoquen una respuesta de quien está experimentando la pieza. Y, claro, esto lleva directamente a la palabra, que es lo que le permite a alguien expresar de manera creativa lo que está sintiendo.
Me parece muy interesante esto que dices del neofigurativismo porque justamente creo que es una práctica que permite detener el tiempo, algo que difícilmente podemos hacer en esta época de inmediatez.
Sí, y creo que es esto lo que hace que el espectador se sienta motivado a crear. También es lo que permite dejarlos entrar al mundo del artista, a mí mundo. Cuando están viendo mis piezas (o reproducciones técnicas de ellas) el espectador se siente suspendido en un momento y se deja a sí mismo sentir lo que la danza, la música, estos “fragmentos de pinturas”, le están transmitiendo. Y en este espacio, se pueden ver expuestas todas las creatividades de la gente que forma parte de la pieza, para que así el espectador pueda recogerlas y usarlas como inspiración.
¿Se publicó un libro sobre la exposición?
Sí, es un libro en donde se reunieron las críticas de varias personalidades culturales importantes como Avelina Lesper, Rafael Pérez Pérez y Mónica Lavín. La presentación será en la sala Adamo Boari en el Palacio de Bellas Artes (fecha por confirmar). Esto me da gran orgullo y esperamos verlos a ustedes ahí.