Sixto Rodriguez y más underdogs musicales

Sixto Rodriguez y más underdogs musicales

Contar la historia de Sixto Rodriguez es como admitir que las fantasías se cumplen en un mundo tan desolado como este. Sin embargo, no siempre son de la manera que uno cree. Sixto Rodríguez es un cantautor estadounidense de ascendencia mexicana. Siempre tuvo interés en la música y compuso canciones con un estilo musical y lírico similar al de Bob Dylan o Leonard Cohen. Desafortunadamente, jamás alcanzó el éxito comercial, no sería exagerado afirmar que en Estados Unidos no vendió más de 100 copias alguno de los dos álbumes que realizó. Pero poco sabía que en el hemisferio sur del planeta habría una oleada de jóvenes que lo tomaron como un clásico. No es de extrañarse, Rodriguez es un músico poético, socialmente consciente, y eso resuena en las masas protestantes y reaccionarias, como la que existía en Sudáfrica en los 70. Sus canciones se volvieron himnos del movimiento anti-apartheid y, al menos en esas zonas australes, sus discos se pusieron junto a los de bandas como Led Zeppelin, The Beatles, etc. aunque los sudafricanos desconocían que ellos eran los únicos que endiosaban a Sixto Rodriguez.

La fama que hoy disfruta se debe a varios factores, pero esa historia está mucho mejor contada en el documental Searching for Sugar Man. Con esta excusa, los dejaremos con una lista de 5 underdogs en la música que quizá no conozcan:

Nick Drake

Es el primero en la lista porque es uno de los más conocidos. Nick Drake es influencia moderna inigualable para varios músicos. Desde algunos medianamente similares como Eliott Smith o Badly Drawn Boy hasta estilos diametralmente diferentes como Robert Smith, todos citan a Nick Drake como influencia en su desarrollo musical y en su producción creativa.

Quizá el aspecto más fuerte de Nick Drake era mezclar su música de progresiones folklóricas suaves con una voz y letras sumamente dulces y oníricas. Esto convirtió a Drake en una figura clave del folk, que en el futuro se volvería referencia obligada para muchísimos artistas.

Desafortunadamente, a diferencia de Rodriguez, Nick Drake no vivió para ver su influencia. Sufría de depresión y eventualmente murió en casa de sus padres, a causa de una sobredosis de ciertos químicos antidepresivos. Nick Drake murió con poca fama y no mucho reconocimiento, pero al pasar unos años de su muerte, su nombre y producciones comenzaron a tomar mucho más lugar hasta convertirse en un eslabón elemental de la música folk.

La clásica “Pink Moon”, al igual que su disco más famoso:

R. Stevie Moore

Los amantes del lo-fi están muy al tanto de R. Stevie Moore y, a pesar de ser una figura muy importante en ciertos círculos, constantemente pasa desapercibido y suele no hacerse notar.

R. Stevie Moore es un pionero del DIY. Imaginarse a alguien en la década de los 70 hacer sus propias grabaciones, una cantidad incontable de cassettes, editar él mismo sus discos y tocar todos los instrumentos grabados parece imposible, pero Moore realizaba todas estas tareas en la comodidad de su hogar. Su importancia ha llegado al grade apadrinar a otros artistas similares como Ariel Pink, o a trabajar con otros como The Apples in Stereo o The Vaccines. Su sonido pandea entre mezclas bastardas que van desde el folk, el punk, lo-fi, noise y hasta el jazz, lo cual lo hace un artista único en su estilo.

A pesar de su versatilidad, jamás ha dado un propio salto a la fama y siempre ha permanecido bajo el radar. Del mismo modo, es imposible nombrar un disco en particular que sea su obra maestra, pues hay un número apabullante de producciones.

Bobb Trimble

Bobb Trimble forma parte de una corriente de cantautores conocida como outside music. Éstos se caracterizan por no tener absolutamente nada que ver con la industria comercial de la música. No están afiliados con una disquera y por ende, tienen más libertad de experimentar y mezclar sonidos y formas sonoras. Un ejemplo es Bobb Trimble.

Trimble mezcló la música psicodélica con la folklórica para así realizar producciones sumamente conmovedoras, las cuales conllevan vagos recuerdos de The Grateful Dead y algunas épocas de The Beatles. Como dato curioso: solía presentarse en vivo (las pocas veces que lo hizo) con una banda conformada por niños pequeños entre 12 y 15 años.

A pesar de jamás alcanzar el éxito masivo, Trimble se volvió una pequeña figura de culto. No sólo sus vinilos son cotizados a precios altos, sino que también se ha vuelto ícono para otros artistas como Thurston Moore. Quizá su producción más famosa sea la titulada Iron Curtain Innocence (1980) de la cual se desprende la canción “One Mile From Heaven”:

Jackson C. Frank

En 2007 Daft Punk realizó una película titulada Electroma. Durante la escena final, un robot se prende fuego y camina entre la oscuridad. En el fondo se puede escuchar una triste voz lamentándose sobre la soledad y tristeza. Definitivamente la pieza es una de profunda desolación y arrepentimiento, lo cual es un claro reflejo de la vida de Jackson C. Frank.

Desde pequeño Frank experimentó la muerte de 15 compañeros escolares. En el hospital aprendió a tocar la guitarra y desde entonces se apasionó al respecto. Aunque se codeó con grandes de la industria como Paul Simon, su timidez y depresión nunca lo dejaron dar el salto. Vivió la mayoría de sus días de manera triste sin un lugar decente donde vivir o producción musical constante. Murió a sus 56 años.

Sin embargo, varios músicos lo han citado como influencia importante (inclusive el mismo Paul Simon). Y, cuando se escucha su único disco homónimo de 1965, no se sabe quién influenció a quién, lo que sí es seguro es que su folk es de tono desgarradoramente triste y desesperado. Claramente una voz en pena con un inmenso talento.

Y también el cover a una de sus canciones más famosas “Blues Run The Game” por Simon & Garfunkel

Vashti Bunyan

La voz de Vashti Bunyan es como aristocracia. Hay una cierta delicadeza y elegancia en cómo modula su voz y cómo la combina con lindas letras que hablan de naturaleza y la belleza de la vida en general.Bunyan se alejó de la música cuando comenzó a decepcionarse de la industria. Después de un par de grabaciones y un disco, Just Another Diamond Day, en 1970 que pasó desapercibido, Bunyan se alejó del mundo musical y se retiró a tener una vida callada.

Treinta años después, ese disco se volvió una posesión preciada y, durante la década pasada, fue invitada a colaborar con grandes artistas de la industria como Animal Collective o Devendra Banhart. Su primer álbum es considerado ahora un clásico del folk frágil y hecho con sumo cuidado. Ahora, ya llegó a grabar un segundo disco en 2005 titulado Lookaftering.

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