Singularity University (SU) es una iniciativa en Silicon Valley que busca de manera colaborativa impulsar a emprendedores, organizaciones, gobiernos, inversionistas y academias para generar y conectar soluciones disruptivas usando tecnologías como inteligencia artificial (IA), robótica o biotecnología, que provean soluciones en las áreas de salud, medio ambiente, seguridad, educación, energía, alimentos, prosperidad, agua, espacio, resiliencia ante desastres, refugio y gobernabilidad, entre otros. El reto que plantea SU es crear una empresa, un producto o un servicio que impacte a mil millones de personas en menos de 10 años. El pasado 8 y 9 de noviembre, el Centro Internacional de Convenciones de Puerto Vallarta fue anfitrión de la primera edición de SingularityU Mexico Summit, donde más de una veintena de ponentes internacionales expusieron sus estudios sobre tecnologías disruptivas. El evento hizo énfasis en dos preocupaciones: las tecnologías exponenciales y el futuro del trabajo.
En los años 30 la vida promedio de una empresa era de 67 años. Hoy es solo de 15 años. ¿Esto qué significa? Que la disrupción tecnológica es tal, que cualquier empresa y cualquier profesional que no se dedique a estar en la punta de lanza de la revolución digital no va a lograr tener éxito en el mercado y va a ser desplazado rápidamente. De acuerdo con Peter Diamandis, director de SU: ya no podemos pensar de manera lineal, debemos pensar de manera exponencial; porque el mercado está dictado por la tecnología y la exponencialidad es el ritmo tecnológico.
Pero, ¿qué significa que una tecnología sea exponencial? Que su precio decrece en pasos dobles. Por ejemplo: actualmente somos 7400 millones de personas en el mundo; en el año 2000 sólo el 6% estaba conectado a Internet; en el 2010 la cantidad de usuarios creció al 23%, y se estima que para 2020 sea el 66%. Otro ejemplo es que en nuestro actual Smartphone hay más tecnología que la que necesitó la NASA para poner al primer hombre en el espacio. En 60 años los avances han sido inimaginables.
Este mismo crecimiento se ha visto en energía sustentable. De acuerdo con Ramez Naam, los altos desarrollos en innovaciones tecnológicas de energía sustentable han hecho que los precios caigan exponencialmente. En la última década, el uso de energía eólica ha crecido 6.5x, ahora el 6% de la electricidad generada en Estados Unidos proviene de tecnología eólica. ¿Por qué? Porque las mejoras en la ingeniería de estas máquinas han hecho que el precio cayera de 57 centavos kw/h a 4 centavos por kw/h. Lo mismo ha ocurrido con la energía solar. Entre 1977 y 2017 los precios han decrecido 250x.
¿Por qué se da el crecimiento exponencial? Porque todo es cada vez más barato de producir gracias a que ahora sabemos más sobre materiales; porque ahora tenemos inteligencia artificial y Machine Learning que permiten automatizar procesos; tenemos máquinas inteligentes que hacen mejores máquinas inteligentes; tenemos Big Data y capacidades de almacenamiento más robustos y estables; en resumen, tenemos miles de tecnologías que nos permiten decrecer los precios y aumentar el acceso a la tecnología.
Ahora, ¿cómo es esto importante para la generación Z? La generación Z –generación posterior a los millenials que nació en una era digital– se introducirá a una nueva lógica educativa, laboral, social y económica; donde deberá aprender a tomar decisiones más rápidamente, aceptar las modificaciones del panorama laboral que plantean las tecnologías de automatización y hacer de la tecnología su aliado y no su enemigo.
De acuerdo con, David Roberts, la implementación de tecnologías que automatizan procesos está reestructurando la educación y la profesionalización de manera importante, lo que no significa la sustitución del hombre en el ámbito profesional, sino una modificación en el ecosistema laboral que traerá nuevos trabajos, requerirá distintas habilidades y abrirá nuevas áreas de oportunidad.
La exponencialidad es esperanzadora, vuelve lo escaso abundante. Ahora alguien que posea un smartphone en cualquier parte del mundo tiene acceso a la Biblioteca del Congreso. Cualquier usuario tiene las mismas posibilidades de búsqueda en Google que Larry Page. Sin embargo, no podemos olvidar que hay una enorme población mundial altamente vulnerable. Somos 7 mil millones de personas en el mundo y aún más de la mitad no tiene acceso a Internet y a muchísimas otras necesidades básicas, como la energía, la medicina o la nutrición; pero, de acuerdo con David Roberts, Peter Diamandis y Ramez Naam, están por tenerlo gracias a la apuesta por la tecnología.
La tecnología debe intentar integrar a la población desconectada, porque quien no pertenezca al mundo digital está por salir del mapa. Tenemos grandes herramientas tecnológicas que pueden enfrentar los mayores retos de la humanidad: enfoquémosla en resolver problemas sociales y no olvidemos que la tecnología es el medio y nunca el fin.