Retratos íntimos de adolescencia: ‘Collapsed in Sunbeams’ de Arlo Parks
La cantautora Arlo Parks Foto: @arlo.parks
“Me dio mucho miedo porque me percaté de que cualquier cosa es mejor que ver lo mismo siempre” Olivia Teroba, “Tonos de verde” en Respirar bajo el agua(Paraíso Perdido, 2020)La nostalgia no tiene fecha y en cualquier instante la podemos sentir engarrotando la piel. Nuestras decisiones y gustos suelen ser impulsados por esa fascinante huella. Los puntos cardinales en nuestros momentos más sublimes o lamentables son los recuerdos canalizados por la memoria. Y contarlo como historias nos permite trascender el espacio tiempo, y a la par dejar las reminiscencias para continuar la travesía. Collapsed in Sunbeams (Beatnik Records / Transgressive Records, 2021) de Arlo Parks es un faro musical para estar callado, cerrar los ojos, dejarse llevar y curar las heridas. La poesía se vuelve universal cuando se rodea de retratos íntimos de adolescencia.
Anaïs Oluwatoyin Estelle Marinho, más conocida como Arlo Parks, transpira melodías desde el lejano agosto de 2020. Sus múltiples orígenes —mitad nigeriana, un cuarto chadiana y otro francesa— permitieron a la compositora y poeta inglesa que su nombre siempre fuera armónico.
En 2018 debutó con el sencillo “Cola” (Beatnik Records) que destacó gracias a una batería sincopada, su tersa voz y un atisbo de su talento de letrista: “I’ll miss your t-shirt in the rain / The one that makes you look like Gerard Way”. Para colocarse en los oídos británicos durante 2019, Arlo Parks presentó dos EPs premonitorios de su erupción polifónica: Super Sad Generation (Beatnik Records / Transgressive Records) y Sophie (Beatnik Records / Transgressive Records).
Collapsed in Sunbeams es un álbum coescrito entre Arlo Parks y el productor Gianluca Buccellati, fundador de Yellerkin y productor de artistas (Tei Shi o Tender). El trabajo a dos bandas fue realizado en diferentes alojamientos de Airbnb, para trabajar en un ecosistema con energía neutra que permitiera crear una vibra y fuerza creativa propia.
En palabras de Arlo, el disco fue escrito durante la dicotomía de observar recuerdos arraigados en lugares traumáticos y a la par ver cómo a su alrededor el mundo se desmoronaba por la pandemia de COVID-19; por lo que su objetivo con Collapsed in Sunbeams es crear una obra llena de paz.
“Mientras existe una sensación global de confusión, incertidumbre y miedo, me gusta pensar que mi música proporciona una vibra relajante”.
La solemnidad inicial de “Collapsed in Sunbeams” funciona como un bálsamo, los acordes suaves de guitarra expanden tranquilidad y los versos producen la impresión de un cálido abrazo: “We’re all learning to trust our bodies / making peace with our own distortions”.
El sencillo “Hurt” es una pieza reflexiva con aroma a Twin Peaks, gracias a una mentalidad de ‘empatía pura’, con un mensaje que queda levitando en la mente del receptor. Esto ocurre porque la adolescente de Hammersmith, Londres se identifica como una empath (una persona con profunda sintonía con los sentimientos de otras personas) y su canción magnéticamente lo refleja.
El más reciente sencillo de la producción es la tenue “Hope”, donde el bedroom-pop hace amalgamas con pulsaciones de jazz. En ella podemos disfrutar las distintas tesituras vocales que logra Arlo Parks y la capacidad milimétrica de crear versos melosos y altamente contagiosos: “You're not alone like you think you are / We all have scars, I know it's hard / You're not alone, you're not alone”.
Uno de los emblemas del disco es “Green Eyes” —en que la compositora estadounidense Clairo proporciona el rasgueo nuboso de la guitarra y la voces de fondo— canción que es una declaración de principios donde el yugo de la normativa sexual impide un amor fructífero.
La temática retorna en “Eugene”, donde habitamos el dilema de quedar enamorada de su mejor amiga, que tiene una relación con un hombre llamado Eugene. Lo llamativo de esta pieza es que los ecos de Parks no muestran celos, solo es una crónica vivida del sentimiento puro: “Hey, I know I've been a little bit off and that's my mistake / I kind of fell half in love and you're to blame / I guess I just forgot that we've been mates since day / Yeah, I don't know what to say”.
El tema está inspirado en un poema que la inglesa escribió a las 3:00 am mientras viajaba en un autobús nocturno. A veces un viaje es lo único necesario para enfrentar el desvarío amoroso, ya que el movimiento azaroso equilibra el ritmo fulminante de los pensamientos y emociones.
El baile también tiene permanencia voluntaria en Collapsed in Sunbeams con las armonías de soul envolvente de “Too Good”, el R&B rebajado de “Coraline” o el new wave fragmentado en la vibrante “Just Go”. Composiciones en que lo único importante son las sensaciones y el descubrimiento del cuerpo.
El trip-hop se encuentra en la raíces de Arlo Parks que lleva a “For Violet”, donde los sintetizadores se comunican con ambient espectral y el pesado bajo transforma la respiración del espacio. El cierre es potente con el espiral lounge de “Portra 400” una delirio lírico que recuerda los poemas de Joanne Kyger o la rabia certera de Holden Caulfield.
Collapsed in Sunbeams será un disco eterno porque es transparente. Su panorama es tan prístino que podría ser confundido como una simple ilusión. El álbum es una oda a la adolescencia. Arlo Parks nos permite reconectar la juventud y recordar los ardientes anhelos de esa etapa de la vida.
Las canciones del disco son un mar de efectos visuales, armónicos y poéticos aderezados con el resplandor de una vida común: treinta y nueve minutos y cincuenta y siete segundos para proyectar nuestros propios incendios. La épica de desenmascarar nuestros miedos. El colapso no existe. La inmolación afectiva deja de ser una salida. Lo único que brilla son los rayos del sol.
