The Big Pink @ Escenario Corona por Re Esteva Fotos por Cecilia Villaverde
Ni los intensos rayos del sol lograron parar la fiesta que se armó cuando The Big Pink salió al escenario Corona. Desde que iniciaron con “Velvet”, mares de gente se acercaron a disfrutar del rock electrónico que convocaba a las masas cual flautista de Hamelín.
Con la pelirroja Victoria Smith en la batería, y con un estilo londinense que parecía salido de la serie Skins, Robbie Furze usaba unos pantalones con estampado en blanco y negro, mientras que ambos integrantes del dúo traían una actitud matona acompañada de lentes oscuros. Poniendo aparte el magnetismo hipnotizante de su presencia, (Lady) Mary Charteris apareció con una t-shirt blanca de Purple Fashion que no tardó en quitarse para quedar en un bikini top. (No faltaron los comentarios “positivos” acerca de su aspecto físico). ¿Sabrían los fans mexicanos que estaban pidiendo "chichis pa'la banda" a una dama de la realeza británica?
Entre el público que saltaba y bailaba al ritmo de los beats del sintetizador, se asomaba una bandera de Inglaterra (país de origen del dúo) y un calamar falso hecho por algún fan. El alboroto electrónico siguió con varios de sus sencillos (viejos y nuevos) como “Hit The Ground (Superman)” y “Too Young To Love”, a la vez que el sol se escondía de a momentos como para darle un descanso al público, que se mantenía movido y en pie.
El espectáculo llegó a su fin con “Dominos”, uno de sus sencillos más conocidos. Incluso personas que no los conocían antes y atendieron el ruidoso llamado de The Big Pink, terminaron coreando junto con Furze “these girls fall like dominos, dominos” para cerrar este evento con una caída en free fall hacia el resto del festival.
The Black Keys @ Escenario Corona por René Zemog Fotos por Cecilia Villaverde
Cuando vi por primera vez el cartel del Festival Capital, uno de los grupos que más me emocionaba ver era a los Black Keys. Tengo más de cuatro años intentando verlos en vivo sin éxito; cuatro años en los que han sacado a la luz tres de sus mejores trabajos a la fecha, uno cada vez mejor que el anterior.
No sé si les ha pasado, pero al menos yo cuando escucho un disco que me gusta mucho, no puedo evitar imaginarme cómo será el acto en vivo, sumado a la sobre exposición mediática de los Black Keys a partír de su último disco y decenas de conciertos disponibles en línea, mi expectativa hacia el grupo era inmensa. Las pláticas con mis amigos alrededor del grupo rayaban en lo épico, en un fanatismo desmedido sobre la emoción que nos daría ver finalmente al grupo en vivo.
El día llegó, finalmente Festival Capital agonizaba y solo quedaban los grandes nombres en los grandes escenarios como opción, New Order uno de los platos fuertes antecedía el debut de Black Keys, razón por la cual, canción a canción, me fui alejando del escenario Corona Light hasta llegar al escenario Corona desde donde pude ver el encore de New Order a la distancia.
Con cerveza en mano, me coloqué a un costado de la consola (el cual a mi gusto siempre es el mejor lugar para ver un concierto no importa el tamaño). Mientras estaba distraído "Howlin' for you" tronaba ya en las bocinas e inmediatamente todos los asistentes empezamos a saltar con la mano al aire. Pasaban las canciones y sin embargo a mi emoción, algo no me alcanzaba a convencer, el viento soplaba duro y el sonido estaba algo raro, pasaban las canciones y había algo que no acababa de amarrar.
No sabía exactamente si era el sonido o la banda, así que comencé a analizar detenidamente al grupo para detectar la causa. Tal vez era la gran expectativa que tenía de ver al grupo en vivo o tal vez ese "chip" de pseudo-periodista por cubrir el show por lo que me volví extremadamente duro con ellos. Como un padre asiático exigiendo "dieces" perfectos a sus hijos, me volví por instantes esa persona que tanto odié: ese crítico de arte sin talento que sólo se dedica a señalar los defectos de los demás.
Únicamente había una cura para ese mal. Levanté mi mano y exclamé el grito de guerra universal de todo guerrero de festival: "¡Chelas!" Inmediatamente los heroicos mochileros de barril llegaron a mi llamado y me dieron toda la energía que necesitaba para disfrutar este concierto. Y esto no era solamente la cerveza tibia, era el entender que estábamos en un concierto del más puro rock n' roll, un show del más sucio blues que el mainstream nos puede ofrecer: no se trata de ser unas máquinas al ejecutar, se trata de disfrutar el momento, saltar, golpearse el pecho mientras te agachas un poco la cabeza para vivir la canción al tiempo que balanceas los hombros al ritmo de la canción.
¿Perfección? Los Black Keys no son una banda perfecta, no son máquinas, no son un espectacular show con luces y visuales de estadio. Son simplemente un poderoso dúo y en otras canciones una gran banda de blues y rock, tal vez la más sucia, ruidosa y famosa de América en este momento. El rock no se hizo para ser perfecto, las personas no somos perfectas y eso creo que de lo que se trata el rock n' roll.
Dum Dum Girls @ Escenario Corona por Vélez Fotos por Beatriz Creel
Dum Dum Girls es una de las bandas más activas y prolíficas de la escena. Desde el 2008 no dejan que pase un año sin lanzar como mínimo un EP, mismo que sirve de pretexto para salir de gira por el mundo. Pero aún con tanta actividad, no fue hasta la tercera edición del Festival Corona Capital que esta banda de femme fatales se presentara en nuestro país.
Apenas hace unas semanas que estrenaron su EP End of Daze, un trabajo alejado del punk crudo de sus inicios, enfocado en atmósferas vacías, guitarras lentas y pesadas; psicodelia y shoegaze en perfecta comunión. El trabajo de estudio se vio reflejado en el escenario, son una de esas bandas coordinadas a la perfección, parece que ni un gesto es improvisado mientras tocan.
Estas viudas negras fueron de las pocas apuestas tempraneras que lograron convocar una masa al escenario principal del festival. Aún vestidas y maquilladas para matar, se les notaba emocionadas por toda la gente que llegó a verlas. Además, le hicieron justicia al tamaño del escenario: logran sonar con la fuerza de The Jesus and Mary Chain o The Stone Roses. Provocan un impacto tan fuerte que tenían un escenario repleto y silente, en espera de ser cautivado canción tras canción.
"Bedroom Eyes" fue la canción mejor lograda en el concierto, elegante melancolía para destrozar corazones. Muestra de que han dejado atrás el grrl power, para transformarse en algo más poderoso. Agradecidas, después de un año de no incluirlo en su setlist, hicieron sonar el cover que tienen a "There Is a Light That Never Goes Out" de The Smiths para concluir su participación en el festival.
Here We Go Magic @ Escenario Corona por Davo Peñaloza Fotos por Cecilia Villaverde
Encabezados por Luke Temple en guitarra y voz, Here We Go Magic hizo sonar su folk rock experimental frente a un público que se mostró expectante y con una actitud para tener un descubrimiento. Here We Go Magic es una banda de Brooklyn que originalmente estaba compuesta por Luke Temple en solitario en 2008, pero para 2009 llegaron nuevos integrantes. Este año lanzaron A Different Ship, un disco que contó con la producción de Nigel Godrich (productor de artistas como Beck, Radiohead, Travis, Paul McCartney, etc.), lo cual provocó que se les volteara a ver con mayor atención. El disco suena bastante bien, con agradables arreglos y muy finas interpretaciones, pero la incógnita era si en vivo lograrían lo mismo ya sin su productor de por medio: y el resultado fue bueno y lindo. Por alguna razón los cuatro integrantes de la banda se encontraban muy juntos en el escenario; entre ellos se volteaban a ver constantemente para compartir el feeling musical mientras las guitarras se mezclaban con hipnotizantes baterías “krautezcas”. A pesar de que la gente no conocía bien a la banda, sus sencillos sí fueron identificados por varios de los presentes. Temas como “Make Up Your Mind”, “How Do I Know” y “Hard to Be Close” fueron bailados y semi-coreados bajo un sol mordelón que le daba un toque aún más alegre y folkie.
The Kills @ Escenario Corona por Almendra Hernández Fotos por Beatriz Creel
El público mexicano es una audiencia que disfruta del peligro y del desafío a la autoridad y más aún cuando se ve en una banda de rock. The Kills son un grupo experto en esta materia, con su look y su actitud despreocupada, descuidada y puerca, hacen que la gente los ovacione y celebre su excentricidad y modos callejeros. Es un hecho que Alison Mosshart es el principal atractivo de The Kills: sin su actitud de femme fatale, –parecida a la que Gloria Trevi o Alejandra Guzmán tenían en su momento de “chicas peligrosas”–, no habría tanto halago y entrega de su público. Durante la presentación, Alison se retorcía y hacía gestos sugestivos a su contraparte masculina (como los pucheros de una muñeca punk), y desde un principio se desligó de cualquier estereotipo femenino “delicado”: ella se paseaba por el escenario como si fuera una especie de galán de película sesentera, líder de una pandilla americana. Jamie Hince también tiene su encanto sucio: él mantuvo siempre una actitud solemne, casi seria, que resaltaba su chamarra con hilos de cuero a la tejana. Él cambiaba de guitarra para treparse con los riffs apropiados a cada rola, y aunque es cierto que sin Alison Mosshart, The Kills no tendría el mismo efecto sexy/sucio, son los rugidos que emanan sus rasgueos guitarreros los que hacen que esta pareja natural born killer, sea una tan intimidante y furiosa. El estandarte de la banda se ha vuelto el animal print. Este estampado pinto fue el fondo de ambos músicos, mientras –cual tornasol– cambiaba de tonalidades de magentas a azules. Y como parte del show, había cuatro percusionistas (que recordaban el acto de STOMP), cuyos tamborazos dotaban de aún más fuerza y presencia el sonido de estos chicos rudos, característica que no se aprecia tanto en su último material Blood Pressures. Dentro del territorio azteca, The Kills está a punto de convertirse en un obligado. En México se les aclama como íconos del rock cerdo, pero glamoroso. Ellos son parte de la nueva tendencia y moda. Es más, The Kills tienen tan claro su papel de figuras rebeldes, que al final de su presentación en el Corona Capital cerraron con “Fuck The People”, y una vez más se comprobó que mientras sea una banda de rock la que insulte y maldiga, la gente no tendrá ningún problema, todo lo contrario, el público disfruta estas gallardas declaraciones.
The Plastics Revolution @ Escenario Corona por Arturo Salazar "Frosty" Fotos por Beatriz Creel
El escenario Corona inició sus actividades este año con talento nacional. The Plastics Revolution, banda originaria del sur de nuestra ciudad, arrancó un set lleno de energía para empezar a calentar los ánimos del público que poco a poco llegaba al festival para empezar esta fiesta de dos días. La banda capitalina tocó varios temas de su más reciente producción, King Bono Vs. Los Flight Simulators, su segundo disco de larga duración publicado a principios de este año. Canciones como "Cleptosaurios", "Invasión" y "Alrededor de los Muertos" fueron coreadas a todo pulmón por los pocos –por ahora– pero muy devotos fans de estos defeños. También tocaron rolas más viejas, de su primer disco homónimo, remontando a los seguidores más veteranos a momentos de la banda mucho más independientes, cuando los entonces adolescentes tocaban en fiestas caseras y uno que otro bar. The Plastics Revolution lograron poner al público en la perfecta sintonía para arrancar este festival con un show que bien podría ser patrocinado por Fantasías Miguel. Demostrando una vez más que en México hay bandas que no tienen nada que pedirle a los actos internacionales "más populares".
The Vaccines @ Escenario Corona por Eric Elola Fotos por Cecilia Villaverde
Tan pronto encontraron acomodo sobre el escenario Corona, el conjunto londinense –muy puntual– soltó los primeros acordes de “No Hope”, carta fuerte de su nuevo disco Come of Age. Había una buena cantidad de gente reunida a las faldas del escenario: la poderosa música de The Vaccines se antojaba para acompañar la tarde calurosa, pero sin embargo, había un dejo de dispersión entre la gente.
Personas entusiastas había una que otra y durante canciones como “Wrecking Bar (Ra Ra Ra)”, “Blow It Up”, hasta ocurrió un buen headbanging, aunque durante la presentación algo faltó entre la banda y la audiencia. Aún así hubo momentos afortunados con “Post Break Up Sex” y “Teenage Icon”, canciones conocidas por muchos y coreadas por otros tantos. Hay veces en que el horario puede ser un elemento a favor (como también en contra), en el caso de The Vaccines pudo haber sido el letargo dominguero de las cinco de la tarde lo que apaciguó lo divertido de su música. Lo cierto es que la energía sobre el escenario fue incuestionable.