Por Dave Brennan (@DayBeatG) La década de los años 80 fue muy difícil para la comunidad gay en Nueva York. Una nueva enfermedad parecía afectar solamente a homosexuales, pero al gobierno de la ciudad no parecía importarle. Esto fue contrastante con la situación en otras ciudades como San Francisco, donde recibían más apoyo. Conforme pasaba el tiempo, los prejuicios aumentaban y no se lograba descubrir más acerca de esta misteriosa plaga. Hoy en día estamos mejor informados sobre cómo actúa el VIH y hasta se ha logrado prolongar el tiempo que tarda en convertirse en SIDA (cuando se tienen debajo de 200 linfocitos T por mm3 de sangre). Pero éste no fue siempre su nombre, antes se le conocía como “inmunodeficiencia asociada a la homosexualidad” (GRID, por sus siglas en inglés). Bajo esta premisa se desarrolla la obra de teatro Un corazón normal.
El personaje principal es Ned Weeks, un escritor abiertamente gay que vivió toda esta situación y no soportaba quedarse callado mientras observaba a muchos amigos morir lentamente. Ned decidió empezar una organización para conseguir recursos para conocer más acerca de esta epidemia y poder ayudar a su comunidad, pero las cosas no le iban a resultar fáciles cuando ni siquiera amigos homosexuales se atrevían a salir del clóset y apoyar la causa. Conforme conocemos a Ned, podemos ver que le resulta difícil dejarse enamorar por otras personas y conseguir el respeto de su hermano. Es con estos problemas que la obra nos atrapa desde los primero minutos.
La obra fue escrita por Larry Kramer y se estrenó en 1985, pero llegó por primera vez a Broadway en 2011. Después de dos años, por fin vemos su adaptación al teatro mexicano bajo la dirección de Ricardo Ramírez Carnero, conocido por obras como La caprichosa vida (1991) y El cerco de Leningrado (1998). La obra cuenta con las actuaciones de Hernán Mendoza, Pilar Boliver, Édgar Vivar (antiguamente el “Señor Barriga” en El chavo del 8), Horacio Villalobos (ex-conductor de Desde Gayola por Telehit) y Eduardo Arroyuelo. Cabe mencionar que Mendoza ofrece una actuación increíblemente fuerte, de esas que ponen la piel de gallina para después robar unas lágrimas. El personaje de Boliver es de la doctora encargada de tratar de descubrir el misterio que acoge a la comunidad homosexual y cuenta con una escena que provoca que la audiencia se retuerza en sus asientos de la repentina incomodidad que se hará presente. Pero la obra está repleta de situaciones cómicas que ofrece Villalobos para liberar las emociones fuertes.
Ésta es una obra a la cual hay que llevar al familiar que no es particularmente homofóbico pero le cuesta trabajo la temática gay, ya que seguro los personajes le provocarán un poco de cariño. Enojo, tristeza y lástima acompañan a los espectadores a lo largo de la función. Cuando acaba la obra, un sentimiento de impotencia también se hará presente por un buen rato. Al final, los actores anuncian al público que a la salida pueden donar a fundaciones que combaten el SIDA.
Lugar: Teatro Helénico (Av. Revolución #1500, Col. Guadalupe Inn)
Horario: Viernes 20:30 horas, sábados 18:00 y 20:30 horas, domingos 18:00 horas.
Precio: $450, $350 y $250.