Por @ElRoyMT Los rituales son importantes. Más si estos significan el regreso a los orígenes, o invocan a personajes que alguna vez caminaron entre nosotros. Las gemelas franco-cubanas Lisa-Kaindé y Naomi Diaz hacen música con una utilidad ritualista: santifican a los que ya no nos acompañan. A partir de la muerte de su padre, el otrora percusionista de Buena Vista Social Club, Anga Diaz, las gemelas (en ese entonces con sólo 11 años de edad) comenzaron a tocar el cajón y a interpretar cantos de la religión yoruba. A través de esta práctica, no sólo mantenían vivo el recuerdo de su padre, sino una conexión con sus raíces cubanas y con los ídolos de la religión de origen nigeriano. La deidad (u orisha) que representa a los niños que nacen gemelos es quien le da el nombre al proyecto y a su álbum debut, Ibeyi (XL Reordings, 2015).
El disco es una entrega que logra acoplarse a la masa de sonidos que circulan por los medios actuales. Éste incorpora un misticismo propio de la santería —y nuevo para los oídos occidentalizados— que, a su vez, se camuflajea con ritmos y armonías propias del hip hop, el soul y el pop. De la infinita lista de géneros que existen, el proyecto de las gemelas se ganó el titulo de doom soul. No es un término que circule a través de los archivos de la Real Fonoteca de Su Majestad, El Marajá de Pocajú, sin embargo es un sonido que gusta y asusta.
Por lo general, los temas transitan entre lo introspectivo y lo religioso. En “River”, uno de los primeros sencillos que dieron a conocer en su EP, Oya (XL Recordings, 2014) ya se vislumbraba la tendencia de las cantantes por interpretar partes en inglés, y luego en yoruba. Este estilo unifica la mayoría de los temas, desde el pop con tintes caribeños en “Ghosts”, hasta la melancólica balada “Behind the Curtain”: ambas culminan en coros yoruba que enchinan la piel e invitan a unirse en el canto a las deidades. Aunado al carácter bilingüe de Ibeyi, su neo-folclor también propone el uso de ritmos digitales doblando ritmos regionales de dundun (percusiones yoruba) como en la sección rítmica de “Think of You” o el final de “Oya”, en donde el carácter es más africano que europeo.
Nigeria permea la música de estas jovensísimas gemelas afro-francesas cuyas voces parecen ser una sola —a ratos se fragmenta en bellas armonías, y luego regresa a sí misma. De igual manera funciona la estructura del disco: abre con un canto al orisha dueño del destino, para luego fragmentarse en canciones escritas del corazón, y concluye en otro canto al orisha de los gemelos: Ibeyi.
http://youtu.be/ZlAX-QrpiOE