Record Store Day: ¿La reconquista del formato físico?

Hubo un tiempo en que los fanáticos de las bandas hacían largas filas para comprar el nuevo disco de algún artista, en el preciso día de su lanzamiento. Hubo un tiempo en que el vinilo o el cedé eran los objetos deseados —los añorados. Muchos coleccionistas pensaban a su redondo objeto como una pieza irremplazable y, a la vez, un estandarte de pasión por la banda elegida. Además, ofrecían una calidad excepcional en las grabaciones. Los románticos, hasta ahora entonan elegías para recordar aquellos —a su parecer— buenos tiempos.

 En contraste con el pasado, los tiempos modernos se caracterizan por ser efímeros. Rápidos. Cambiantes. Con un relativo fácil acceso al material sonoro. iTunes Store y demás tiendas digitales, vinieron a revolucionar las tendencias en cuanto a comercialización y distribución fonográfica. Ahora, casi todo se almacena en archivos con formatos terminados en números o, en el mejor de los casos, en los fieles pero pesados FLAC. Pero, ¿hablamos de una época mejor o peor?

 Como en cualquier tema, las polaridades abundan. Precisamente, en uno de esos polos de opinión, es en donde nace el Record Store Day (RSD). Gestado como un intento de encumbramiento moderno de los formatos físicos y conmemorado cada tercer sábado de abril, la celebración serviría como un escaparate a nuevos materiales de diversos artistas, además contaría con presentaciones en vivo, firmas de autógrafos, meets & greets y demás dinámicas que a los fanáticos de la música vuelven locos.

 Con difusión mediática intensiva en redes sociales, el sábado pasado se convirtió en un acontecimiento social en el que las personas aprovechan para gastar sus quincenas, y subir fotos de vinilos con múltiples filtros gráficos a Instagram, o cualquiera de las otras plataformas en las que sus conocidos puedan admirar las compras realizadas. Seguro que muchos estarán pensando: “hipsters everywhere”, y quizá con razón, puesto que algunos sólo comprarán para sentirse a la moda o encajar en cierto estereotipo, mas es innegable que el evento tiene un impacto relevante en algunos círculos sociales.

 No obstante, ¿podemos hablar realmente de un regreso al formato físico? Si la gente aprovecha el RSD para hacerse con el vinilo de su banda favorita, ¿seguirá la tradición y continuará adquiriendo más música almacenada en los característicos círculos negros? Quizá es muy pronto para formular conclusiones, y lo mejor sea procurar un delicado balance entre lo físico y lo digital; pero no cabe duda que el RSD es un buen incentivo para aprovechar las bondades que nos ofrecen cedés o vinilos y así, cuando se preste la ocasión, poder declarar que usted se puede dar el lujo de transcurrir libremente entre los buenos tiempos de los románticos y los buenos tiempos de los modernos.

Alan Luna @AlanisMoon es colaborador de Ibero 90.9
Columna originalmente publicada para Publimetro.

¿Te burlabas M4dr1d?

[Video] Vicente Gayo - "Desarmar teorías"