Existen varios estigmas sobre el jazz: que sí es como un laberinto de notas y sonidos imposibles de interpretar, que si es música para viejitos o de elevador o es para intelectualoides que quieren presumir lo cultos que son. El programa Schmaltz de Ibero 90.9 tiene como reto llevar el jazz a un público indie-rockero, de lograr una curaduría que respete la esencia del jazz, pero al mismo tiempo los gustos de la audiencia jóven. Este programa de jazz, blues y funk, busca exhaustivamente el punto en donde se tocan estos géneros músicales con la electrónica, indie, rock, hip-hop, swing entre otros géneros.
La palabra Schmaltz significa grasa de gallina en Yidish, tal y como la que usa mi abuela para cocinar todos los viernes. Cuando el jazz llegó al norte de Estados Unidos, también llegó una importante migración de judíos europeos y Schmaltz se adoptó como slang para referirse a la música rocambolesca. Mediante un lenguaje grasoso y atascado, poco a poco hemos logrado que nuestros radioescuchas le pierdan el miedo al jazz; a la música más libre, más compleja. Schmaltz muestra un lado glamoroso y al mismo tiempo cotidiano del jazz. Las estrellas del género síncopa tienen vidas tan interesantes y alocadas como la de los rock stars; fueron parte de movimientos políticos y sociales, estuvieron inmersos en el mundo de las drogas y los excesos. Schmaltz tiene como objetivo dar a conocer estas vidas, estos personajes que fueron inspiración para muchos de los músicos más destacados de hoy en día, artistas que en su época se atrevieron a romper estigmas a pesar de poner sus vidas en peligro.
Durante todos los miércoles de febrero se está llevando a cabo, en la terraza del Centro Cultural España, un ciclo de charlas y conciertos alrededor del jazz y la radio. El miércoles 19 nos tocó a Uriel Waizel y a mí platicar sobre las nuevas audiencias del jazz en la radio. Una de las inquietudes que hizo notar el público es ¿a dónde va el jazz hoy en día?. Schmaltz no es un programa que se dedique únicamente al eterno revival de los gigantes del jazz, buscamos también “The Shape of Jazz to Come” como lo indica Ornette Coleman en su álbum de 1959. Año en que supuestamente murió el jazz, en Schmaltz creemos lo contrario, con artistas como Colin Stetson, John Zorn o los mexicanos No Soy- que se presentaron al terminar la charla-, nos queda claro que existen bases muy sólidas en este género musical, pero el verdadero reto es encontrar qué propuestas nuevas se están gestando tanto a nivel nacional como internacional.