Con los objetivos de convertirla en una vía rápida, y por lo tanto, más segura, en 2009, el GDF invirtió más de $500 millones de pesos en Constituyentes, al quitar semáforos y construir pasos a desnivel. Seis años después ambas metas, no se han logrado. Quien escribe esta nota toma la nombrada avenida todos los días, a las 6:15 AM y ni a esa ojerosa hora, la podría considerar rápida.
Autobuses foraneos, transporte público, trailers de doble remolque, taxis “asesinos” de Tacubaya y “Godínez” rumbo a Santa Fe, en un desfile esquizofrénico de cacharros sobre la vía principal que conecta la capital con el poniente del país, entre baches, líneas desdibujadas, mala señalética y un carril de baja frecuentemente interrumpido por la salida de escuelas, carros en vulcanizadoras y la ocasional manifestación afuera del edificio de Hacienda.
De la mano con la fluidez, va la seguridad. Al no ser de alta velocidad, en las horas y puntos pico, los ladrones han hecho su agosto. Ya ni siquiera deben desplazarse hacia sus víctimas, basta que la elijan, que caminen unos cuantos metros, desenfunden su weapon of choice y et voila! Tienen un botín calientito el cual llevar a su mesa. El tráfico desde y hacia el nodo económico de Santa Fe. Carteras, laptops y smartphones asegurados.
Al menos así fue hasta el 19 de junio del presente año, cuando un policía disparó a un asaltante que se disponía a trabajar, con lo cual frustró el hurto y provocó, en primera instancia la parálisis del delincuente, y a reciente fecha, su deceso.
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A raíz de ello, como suele suceder en nuestro país, primero se ahoga el niño, y después tapan el pozo. Ya que desde el viernes pasado (3 de julio), en toda la vía, se observa un desfile de fuerzas policíacas; patrullas, grúas, torres tácticas, bases de vigilancia...en fin de todos colores y sabores, solo falta ver a la policía montada.
Se podría aplaudir dicho operativo, pero no se hará. Se podría decir que están cumpliendo su trabajo, no es así. Su labor consiste en la medida de lo posible, en prevenir, no en reaccionar, como sucede actualmente.¿Por qué esperar a que haya algún tabloide —como el mencionado anteriormente— para hacer algo al respecto? Las autoridades ya sabían, por múltiples reportes, que la avenida era peligrosa, pero parecería que se esperaron a que fuera súper peligrosa, para actuar. ¿La solución de Constituyentes debiera ser a través de la fuerza, o por medio de un plan integral de planeación urbana, vial y cívica?
Las autoridades comentan que permanecerán el tiempo necesario para recuperar la paz de la zona... se dará el beneficio de la duda, aunque irónicamente, Constituyentes volverá a convertirse en una vía lenta, llena de semáforos azules.