Nadie ve la basura como negocio... hasta que la privatizan
El pasado 3 de enero, cerca de un centenar de pepenadores se agruparon, apenas salió el sol, a las afueras del relleno sanitario de San Nicolás, en Aguascalientes. Ese día cambiaron sus costales de trabajo por pancartas cubiertas de exigencias, en medio del frío y estrechamente vigilados por varias patrullas de la policía municipal.
El 9 de mayo del 2018, el entonces cabildo de la capital de Aguascalientes aprobó la creación de un Centro de Valorización de Residuos Sólidos Urbanos en San Nicolás. En resumen, se trata de una recicladora, construida por una empresa privada, que separará la basura con ello produzca energía. Esto a partir de la privatización del reciclaje.
Según el doctor Raúl Pacheco-Vega, profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas, las prácticas privatizadoras no son corruptas por sí mismas. El asunto, explica, yace en la transparencia. Y lo que realmente se debe descubrir, es quién (ó quienes) se benefician con dichas prácticas:
“Son recursos que se valoran hasta que llega una empresa a revalorarlos, o hasta que un gobierno tiene la inteligencia de revalorarlos… No porque haya privatización de servicios, se está haciendo mal. El asunto está en que ésa privatización tiene que ser lo más transparente posible. Y tiene que hacerse en beneficio del ciudadano. Sobre todo si es privatización de servicios públicos. Es decir, el gobierno no sirve al empresario. A quien tiene que servir, es al ciudadano común”.
¿Quién está detrás del proyecto en San Nicolás?
El fallo de la licitación pública (LP-PPS-01-19) acredita como ganador de la concesión a la empresa Tratamiento y Procesamiento de Residuos Sólidos PIMSA, S.A. de C.V. Según el acta constitutiva de la misma, tiene como principal accionista al empresario Diego García Coudurier, quien ya ha presentado proyectos muy similares en al menos otros dos estados, pero bajo diferentes empresas.
Ahora, en la licitación figuran los nombres de al menos otras cuatro empresas que competían por el proyecto. GBS Soluciones en Residuos SA de CV, Tecnosilicatos de México SA de CV, Veolia Bajío SA de CV, y Vehículo de Participación Europea SA de CV.
En el caso de esta última, y según su acta constitutiva, registró una escisión (una división), en 2017, a la empresa TRS Recycling SA de CV, en cuya acta aparece como accionista el mismo empresario: Diego García Coudurier. Es decir, el mismo accionista competía con dos empresas diferentes por la misma licitación y la ganó con PIMSA.
Es importante mencionar que el reglamento de adquisiciones y arrendamientos del municipio prohíbe a los participantes de una licitación que presenten más de una propuesta, y también cualquier tipo de acuerdo entre varios participantes para tener una ventaja sobre el resto.
“Lo que es basura para ti, es oro para otra persona. Creo que en el caso específico de Aguascalientes, hay muchas más preguntas que las respuestas que tenemos. A mí me gustaría saber, por ejemplo, ¿Qué dice el contrato? ¿Cuántos años va a durar? ¿El margen de utilidad de la empresa? ¿En qué momento empieza a ganar el municipio?”
Dr. Raúl Pacheco-Vega
Según el proyecto aprobado, costará alrededor de 300 millones de pesos levantar la planta de reciclaje. Además, el municipio pagará 233 pesos por cada tonelada que PIMSA procese. Cada día, ingresan poco más de 1000 toneladas de basura a San Nicolás. Así que cada año (se prevé que la concesión abarque hasta el 2033) la empresa ganará alrededor de 90 millones de pesos.
Se trata, pues, de un proyecto sustancioso. Incluso, la empresa Tecnosilicatos promovió una impugnación ante el fallo de la licitación, argumentando irregularidades en el procedimiento.
Alejandro Martí, representante de Tecnosilicatos de México, asegura que los precios que PIMSA pondrá a la basura de los aguascalentenses, son excesivos:
“Es un tema algo delicado, obviamente son irregularidades bastante preocupantes. Estamos en proceso ahorita legal. Los procesos siguen vigentes, no se han resuelto. Esperemos que por bien del país se resuelva de manera limpia. Lo que buscamos para Aguascalientes es un proyecto que no comprometa un gasto a la ciudad excesivo, que no haya un abuso”.
Según la propia administración municipal, el beneficio está en que se optimizaría el espacio en el relleno, alargando su vida útil. Pero no se especifica cuánto tiempo, y si el beneficio supera o se equipara a los 90 millones de pesos que ganará la empresa cada año. Quienes no ven ningún beneficio en el proyecto, son los pepenadores.
¿Qué los llevó a manifestarse?
Para los pepenadores relleno sanitario de San Nicolás, su fuente de trabajo y su modo de vida se vería perjudicado con la intromisión de PIMSA. Ya no son ellos quienes se harían cargo del reciclaje.
Sin embargo, autoridades tanto municipales como de la propia empresa PIMSA, aseguran que harán lo posible por ofrecerles trabajo. Aunque gran parte de los pepenadores que reciclan en San Nicolás, son personas de edad avanzada. Hector Javier Sámano, representante de PIMSA, que ya hace presencia en San Nicolás, asegura que habrá oportunidades de trabajo para los pepenadores:
“Durante la construcción de esta planta, que va a durar aproximadamente dos años, que ellos continúen trabajando como hasta este momento. Y cuando ya esté la planta, se les va a dar la oportunidad para que ellos puedan entrar”.
Implicaciones medioambientales
La administración municipal, de hecho, ya hizo gastos en este proyecto. En 2017, mediante una invitación a cuando menos tres personas, autorizó pagar más de 10 millones de pesos a la empresa INFRAP3 LATAM S.A DE C.V, por brindar asesoría para el proyecto. Los resultados que la empresa haya podido brindar, tampoco se han hecho públicos.
Ahora, el punto central del proyecto es el medio ambiente. Prevenir un problema futuro con la basura, optimizar el relleno o manejar energías limpias. Sin embargo, según el manifiesto ambiental emitido por la SEMARNAT para el cambio de uso de suelo, para el proyecto se están contemplando alrededor de 6.65 hectáreas. De éstas, en al menos 5 se desmontará la vegetación nativa. Y respecto a la fauna que ahí habita, hay especies que están consideradas como “sujetas a protección especial”. Además, el sitio donde se levantará la planta incide sobre una Región Hidrológica Prioritaria.
Humberto Tenorio, activista y director de Conciencia Ecológica AC, afirma que expertos llevan años advirtiendo que el proyecto no tiene razón de ser en Aguascalientes, pues la separación de basura, para que funcione, debe iniciar antes de llegar a alguna planta:
“Comprometen los recursos en cosas como ésa. Que no tienen posibilidades de ser exitosas. Punto. Hay experiencias en todo el país. No han servido para nada. Porque primero tuvimos que haber trabajado en un proceso de convertir los contenedores en una separación (de basura) más sencilla. Biodegradables y no biodegradables. En un proceso de capacitación a la ciudadanía para hacer la separación más esencial”.
De hecho, la empresa PIMSA ha sido ligada a Promotora Inmobiliaria Majahual SA de CV, empresa que, bajo la presentación del empresario Diego García Coudurier, levantó un proyecto muy similar en el estado de Quintana Roo. Después de una inversión que también rondaba los 300 millones de pesos, a la empresa ahora se le culpa de omisiones que han llevado a contingencias ambientales con la basura.
A la fecha, la construcción del Centro de Valorización en Aguascalientes no ha arrancado todavía. El proyecto está aprobado, la empresa ya hace presencia en el Relleno Sanitario de San Nicolás y el dinero está sobre la mesa. Tanto la administración municipal como la empresa PIMSA han anunciado que la planta se levantará pronto.