Por Ariela Stern y Aline Terrein
Hay algunas cosas que no pueden ser explicadas por nadie. ¿De dónde saca James Blake toda la melancolía para impregnarla en sus discos?, es una de esas cosas. Ya lo habíamos escuchado en su producción pasada -con los llantos que salen de su boca en el momento que la abre para cantar- y en su nuevo álbum, Overgrown, este sentimiento sigue muy presente. Aunque en este nuevo producto notamos una evolución clara de lo que hizo en su disco anterior. Ya que el álbum es acompañado de unos beats que mueven y levantan tus pies del piso.
A lo largo del disco se escuchan los acordes de piano con melodías y ritmos muy diferentes a lo que estamos acostumbrados. Tanto así, que se requiere de un oído bastante educado para poder disfrutar de estos tonos disonantes. Esto lo escuchamos muy claro en “I Am Sold”, segunda canción del álbum. Los acordes son acompañados de la voz de Blake, que es editada y loopeada como si fuera un dueto entre dos James. En “Take a Fall For Me” Blake sorprende a todos sus fans con un rap de RZA.
El primer sencillo que lanzó es “Retrograde”. La canción sigue los pasos que ya conocíamos de Blake, acorde, voz alocada, y un beat. Un ambiente muy melancólico y nostálgico flota en esta pieza acompañando los grandes saltos que hace Blake entre nota y nota. El video que acompaña a este corte es muy artístico y logra redefinir la concepción y expectativas de los fans de James Blake; vemos a un artista más íntimo y simple. Sin embargo, ese toque de dubstep diluido sigue ahí de una manera más evolucionada.
http://youtu.be/6p6PcFFUm5I
A diferencia de su álbum debut homónimo, Overgrown, se enfoca mucho más en el lado soul del músico inglés, pues en su mayoría se compone por baladas. En esta producción podemos ver la mejora en cuanto a las letras de las canciones que vuelven protagonista a la voz tenor angelical de Blake. Desde la canción abridora, titulada igual que el álbum, se puede apreciar una calidad en el sonido de la voz que no habíamos escuchado en trabajos previos de James.
Como productor secundario, James Blake, invitó a nadie más y nadie menos que Brian Eno; quien aplica sus métodos únicos en “Digital Lion”, una canción que combina efectivamente el estilo y el talento de los dos artistas. Esta colaboración resulta en una fusión percusiva de ambient pop y soul que crea una atmósfera subacuática.
Hay veces que el cuestionarse sobre el origen de una obra de arte es completamente inútil. Sin importar el porqué de la evolución de James Blake, ni el origen de su atmósfera melancólica, Overgrown, es un disco exitoso. El gran secreto del soul, es que humaniza los sentimientos que comparten cientos de extraños; la esencia de esta música se conforma por momentos que afectan lo más profundo de la humanidad, con el amor como protagonista. Este álbum, al igual que el In The Wee Small Hours del maestro Sinatra, tiene un tono de soledad y logra aceptar el amor como una emoción que es a la vez dolorosa y bellísima.