Por: Alonso Lavin Nadie es profeta en su propia tierra… más que Oumou Sangare quién después de conquistar Malí (su país de origen) y el mundo entero con la belleza de su voz, se presenta este jueves 18 de octubre en el Plaza Condesa.
Las aguas de la música maliense son profundas y misteriosas, y hallan su fuente en las tradiciones ancestrales del África Occidental. Hoy en día, uno de los manantiales musicales más activos en dicha región es sin duda alguna, el de Wassoulou al sur de Malí. Fue ahí dónde la apodada “ave canora” aprendió a volar y a contemplar el mundo desde las alturas, lo cual no hizo por soberbia ni mucho menos, sino para vigilar y denunciar las injusticias de su entorno, especialmente las sufridas por mujeres.
Inspirada en las canciones y danzas populares del lugar, Sangare desarrolló su propio estilo a través del delicado mestizaje de instrumentos autóctonos, como el kamelengoni (instrumento de cuerdas con cuerpo de guaje), con otros propios de la música pop occidental, como el violín y la guitarra eléctrica. Dentro de esta mezcla rebosante de vida, el instrumento más notable de todos es su voz. Ella canta en bambara, su lengua natal, sin embargo su mensaje trasciende las barreras del idioma a través de la intensidad expresiva de sus melodías, en las que hasta la emoción más sutil alcanza su clímax.
http://youtu.be/sbxCaUdvlsI
En una sociedad carente de modelos a seguir, Sangare se erige como un ejemplo de cambio positivo y esperanza para todos aquellos que aun creen en el poder transformador de la música.