Música nativo-americana para acompañar el pavo

Por Reneé Bucay//Jackzz Vondort 

Ya es "thanksgiving" o día de Acción de Gracias, y lejos de ser permeados por una tradición casi totalmente norteamericana, haremos una recapitulación sobre las influencias que las raíces nativo-americanas han tenido en la música, y que -más allá del pavo y los abrazos forzados- son parte de una cultura más allá del territorio de las barras y las estrellas.

La historia de una tribu se cuenta casi siempre de manera oral, y constantemente a través de música; sus narraciones históricas varían de tribu en tribu, como una parte integral de la identidad tribal. Sin embargo, su autenticidad histórica no puede ser verificada; la documentación más antigua de la música del nativo americano vino con la llegada de europeos exploradores en el siglo VII.

La voz y percusiones son los aspectos más importantes de este género; la vocalización toma muchas formas, desde una sola voz, hasta coro o responsorial, cantando en su lengua nativa o simples sílabas, se usan comúnmente para marcar el principio y final de oraciones, secciones o de la misma canción. Las percusiones se usan comúnmente como acompañamiento para mantener el ritmo. Se empieza con beats lentos que crecen gradualmente más rápido.Las letras, antiguas y constantes, son también usadas para rituales y ceremonias.

Actualmente esta música se ha perdido un poco, pero aún hay artistas y grupos que siguen conectados a sus raíces con la música. Aquí algunos ejemplos

 

Burning Sky

Tres hombres de diferentes culturas, dos de costas opuestas: un choque de educación urbana y rural, y una diferencia de la edad de casi dos décadas.

Sus composiciones originales combinan el jazz, rock y blues con sonidos de penacho nativo, su sonido es tan original como los integrantes del grupo. El mayor de la banda, desde el norte de Nueva York, aporta 20 años de experiencia profesional en las percusiones; Aaron White, con herencia de White River Ute, nacido en Oakland, en un barrio hispano, aporta la melodía en la guitarra acústica con influencias latinas; y el más pequeño del trío Kelvin Bizahaloni, desde Fort Defiance en la reserva de Navajos al norte de Arizona.

 

http://youtu.be/7Uue09meQEA

 

 

Andrew Vasquez

Perteneciente a la tribu Apache de Oklahoma pero también considerado de Wyoming, ha sido un flautista prominente en la zona desde mediados de 1980. Conocido como cantante y además bailarín, comenzó su carrera con un estilo norteño tradicional con sede en Nueva York “American Indian Dancer Theater”.

Fue nominado para los Native American Music Awards en 1998 y 1999. Ganador de el NAMMY en 2000, por mejor artista masculino y por último en 2006 como mejor flautista del año. Sus canciones tienen un aporte cultural, ya sea para ceremonias, canciones de amor, o incluso poner a dormir a los niños. Un sonido ambiental que  conecta con la naturaleza.

 

http://youtu.be/PeM9QlMG-FE

 

 

Robert Mirabal

Nacido y criado en Taos Pueblo, Nuevo México, Robert es un flautista que empezó a muy temprana edad, influenciado por la música tradicional de Taos. Un estilo único, fusionado con el rock, folk, hip-hop, e influencias del techno. Su primer álbum fue Land, que se basaba en gran medida en torno a teclear tradicional y el canto. Sus siguientes discos Song Carrier y Warrior Magician, tienen melodías similares a las aves, acompañados de sonidos exóticos como teclado y guitarra.

 

http://youtu.be/T6dlRG8_XYU

 

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