Habrá que echarle la culpa –una vez más– al Sr. Internet. ¿De qué otra manera, una banda originaria de Rostov-na-Donu (eso está en Rusia), habría podido llegar a tocar al tradicional y cotidiano Caradura de la Roma-Condesa? Gracias al esquema anti-jerárquico de la red, una serie de usuarios mexicanos pudieron accidentalmente encontrar la música de Motorama. Y, a partir del sistema crowdfunding de Bandtastic, esos mismos fans pudieron invertir de su propio billete, para traer a México a un acto cuya visita no habría ocurrido por las vías oficiales de la industria.
¿Qué decir de Motorama? Imaginen la pureza de Radio Dept. con las guitarras optimistas de Belle & Sebastian y una voz de barítono al estilo del vocalista de The National o de Stuart Staples de los Tindersticks (otros dicen que suena a Interpol). El sonido de Motorama, para venir de una banda del este de Europa, resulta extrañamente cercano y familiar... canciones tristes pero esperanzadoras (en la onda New Order), que denotan un clima creativo cargado de melancolía rusa.
Si después de esta descripción les llama la atención la música de Motorama, una buena vía de entrada son los sencillos "Alps", "Empty Bed" y "Ghost".
Agradecemos a Bandtastic por haber tomado el riesgo y por creer en el poder colaborativo y de elección de consumo a través de nuevas plataformas en red: si el crowdfunding hará posibles estos sueños y traer a bandas de culto así de satisfactorias, entonces le deseamos larga vida a los chicos de Bandtastic!