El que lucha con monstruos debe tener cuidado de no convertirse en un monstruo Mark Twain

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El negro de la pantalla cede poco a poco ante el sonido de pasos agitados, dos chicos corren desaforadamente, comienza la cinta: In media res, es decir en plena acción. En medio de un bosque un grupo de jóvenes son presa de las atrocidades de un sádico asesino.

Maniatados y con visibles signos de tortura, así es como Camryn (Akasha Villalobos) mira aterrorizada e impávida a sus compañeros de correrías. Sobrevivir es lo único que le queda a la atribulada joven. Después de tener frente a frente el rostro del miedo, con un golpe de suerte Camryn logra escapar de las garras del maniático, quien aparentemente muere a manos de las trampas que él mismo fabricó. Desolada, la joven camina sin rumbo en busca de ayuda, su vida ya nunca será igual.

¿Cómo continuar después de la traumática experiencia?, ¿cómo retomar la vida que fue arrebatada? Tales son las premisas que el director Benjamin R. Moody desarrolló en Last Girl Standing (EUA, 2015), cinta que se adscribe a la popular tradición del sub-género slasher.

Cuatro años después de la masacre perpetrada por "El cazador", los espectadores serán testigos de la cotidianidad de Camryn, la sobreviviente, quien, evidentemente, se convirtió en una mujer marcada por el dolor, el horror y el sufrimiento. Taciturna, solitaria y de pocas palabras, la chica se desempeña como trabajadora de una tintorería. Su sino está marcado por la rutina y las pesadillas que noche con noche la aquejan.

Víctima de estrés post-traumático, Camryn no logra soltar su terrorífico pasado, vive en un permanente estado de alerta. Ataques de pánico, alucinaciones y un sentimiento de agobio constante, no hay paz en la vida de la joven. Su día a día, hasta entonces triste y amargo, da un vuelco con la irrupción de Nick (Brian Villalobos) el nuevo cajero de la tintorería. Atento, cortés y apuesto, Nick (y su círculo de amigos) representa el anhelado nuevo comienzo, el cambio de página para Camryn.

Sin embargo, la vida da muchas vueltas y, para la inestable joven, es sumamente difícil desprenderse del pasado, Nick y sus amigos pagarán las consecuencias.

Con un inicio prometedor, un intermedio que nos adentra en la maltratada psique de la protagonista y un final que se vislumbra desde el inicio, Last Girl Standing entretiene a medias y promete mucho más de lo que cumple. La interpretación de Akasha Villalobos, como Camryn, es buena, aunque tediosa, la fotografía y el guión son austeros. En resumen, simplemente cumple y no renueva para nada el tan manoseado slasher.

Como parte de la Selección Oficial de Largometraje del Festival Macabro XV, Last Girl Standing se presentó el viernes veintiséis de agosto a las ocho de la noche en las instalaciones del Circo Volador.