Durante las últimas décadas, la televisión y el cine han estado en una cerrada competencia por ser el medio de entretenimiento con mayor número de aficionados. Han tenido que mejorar cada vez más sus producciones, crear productos para todo tipo de público y recientemente, adaptarse a las plataformas de streaming, pues ambas industrias han tenido que valerse del poder de internet para seguir dando de qué hablar.

Hoy la industria del ocio recibe a un nuevo gigante en sus filas, un titán que ha relevado al cine de su trono y lo ha hecho arrodillarse frente a él: los videojuegos. De acuerdo con NewZoo e ICO Partners, actualmente hay alrededor de 3 mil millones de videojugadores en el mundo, además de que los videojuegos han tenido en promedio un aumento en sus ingresos del 10% anual.

Un ejemplo de esto es el lanzamiento de Grand Theft Auto V que en su primer día de comercialización, consiguió más de 816 millones de dólares de ingreso para su desarrolladora, Rpockstar, mientras que películas como la saga de Harry Potter, tuvieron ingresos por alrededor de 200 millones de dólares.

Además, según la revista Market Watch, Grand Theft Auto V vendió alrededor de 90 millones de copias en su primer mes de lanzamiento, lo que dentro de la industria musical equivaldría a poseer nueve discos de diamante en Estados Unidos.

Sin embargo, los videojuegos tuvieron que pasar por un largo y duro camino para llegar a donde están ahora. A mediados de los ochenta, Atari enfrentó una dura crisis con el lanzamiento de E.T. the extra-terrestial, ya que el juego contaba con cientos de problemas de diseño y tuvo especial repudio entre los gamers, haciendo que se tambaleara toda la industria, la cual se vió obligada a innovar y tratar de pedirle una segunda oportunidad a los usuarios. Así es como surgieron las primeras salas arcade, donde desarrolladoras como Sega, Nintendo y Capcom empezaron a dar de qué hablar con personajes como Mario y Sonic o juegos como Street Fighter y Mortal Kombat.

(imagenes MMA.Uno y Hobbyconsolas)

Tiempo después, con la llegada de dos grandes empresas, Sony (Playstation) y Microsoft (Xbox), de la mano de Nintendo, se crearon las primeras consolas de menor tamaño que las “maquinitas”, dejando de lado la necesidad de dedicar toda una tarde en un centro arcade para disfrutar de los videojuegos. Ahora, podían disfrutarse desde la comodidad del hogar.

Años después surgieron las consolas portátiles, lo que hizo de los videojuegos un medio de entretenimiento que podía encontrarse donde fuera, desde un sencillo teléfono celular —donde podía jugarse el conocido juego de la serpiente, Nokia Snake—, hasta un GameBoy donde los usuarios tuvieron su primer contacto con juegos como Pokemon o Zelda.

Con la llegada de las redes sociales, los videojuegos tomaron mayor presencia en la vida de los usuarios con juegos como Farmville, que de la mano de los lanzamientos de los primeros Ipod touch y los teléfonos inteligentes, incrementó el alcance de este nuevo formato, popularizando aplicaciones como Fruit Ninja, Candy Crush, o uno de los fenómenos más recientes, PokemonGo.

Además, cabe mencionar el éxito que han tenido las competencias de Esports, donde la final de 2018 de League of legends contó con un total de 44 millones de espectadores simultáneos, superando así a cientos de eventos deportivos alrededor del mundo.

Todo lo anterior, sumado a las microtransacciones y la producción continua de contenido descargable (DLC’s), son los pilares que hoy sostienen a los videojuegos como una industria más rentable que la radio, la televisión e incluso el cine.