Entre nubes verdes de felicidad y buenas vibras, dos de las más grandes leyendas del dub juguetearon y se divirtieron en el escenario del José Cuervo Salón, el cual fue sede de un misterioso y extraño misticismo propuesto por Rainford Hugh Perry, mejor conocido como Lee “Scratch” Perry, al mismo tiempo que su discípulo y amigo Mad Professor le acompañó discretamente con la música. Ahí estaban en el escenario, maestro y alumno, no cualquier dupla, se trataba de dos de los más grandes artistas que los países caribeños han dado. Lee “Scratch” Perry, el músico y productor jamaiquino quien junto a King Tubby y Augustus Pablo, son considerados como la trinidad del dub y los responsables de que en la década de los setenta este género se popularizara. Neil Fraser, alias Mad Professor, oriundo de Guyana pero residido desde los 13 años en Inglaterra, supo tomar el dub que Perry había trabajado en los setenta y le dio un nuevo giro al introducirlo a la era digital y electrónica cuando los ochenta comenzaban. Esta dupla histórica fue la que tuvimos frente a nosotros durante dos horas en las que pudimos comprobar el tamaño del personaje que implica Lee “Scratch” Perry: Pantalón negro, playera de manga larga también negra, sortijas de todos tamaños en sus arrugados dedos, cerca de diez cadenas con extraños colguijes, una barba que mostraba varias canas reveladoras de los 76 años que tiene y finalmente su sello característico: su gorra con los colores rastafari repleta de pins, espejitos, parches y una gran esfera transparente que provocaba que la luz se convirtiera en un tornasol reflejante. Aunado a toda esta descripción de su apariencia, el también conocido como “The Upsetter” se dirigió siempre muy amorosamente al público con un acento jamaiquino rasposo y senil; todo un personaje.
Todo comenzó con Mad Professor quien soltaba las pistas musicales mientras Lee “Scratch” Perry tomaba el micrófono para cantar al mero estilo de un karaoke. Alegría y buenas vibras se sentían por parte de este personaje, quien aprovechaba para dirigirse al público (o a sus “hijos” como él nos llamaba) con mensajes de amor, de rarezas creadas en su cabeza y de bellas canciones que han inmortalizado el nombre de Lee “Scratch” Perry como “Soul Fire”, “Crazy Baldhead” y “A Place Called Africa”.
Después de una hora cuarenta, Perry se despidió entre múltiples aplausos y gritos de emoción y respeto a una de las más grandes figuras musicales de Jamaica. Pero eso no se terminaba ahí, ahora era el momento de Mad Professor, el también productor que trabajó con artistas como Massive Attack, The KLF y Easy Star All-Stars. Grande, corpulento y con unas gafas muy bonitas, Mad Professor comenzó a soltar pistas mientras la distorsión, los ecos y las repeticiones daban forma al clásico sonido del dub. Fueron aproximadamente veinte minutos (o un poco más) de este hombre tras su mixing desk, donde siempre estuvo y desde donde nos dejaba la duda de qué era lo que él hacía desde ahí. Se veía que pulsaba botones y que llevaba el ritmo, pero en realidad no se alcanzaba a ver con exactitud la manera en la que llevaba la música. ¿Sólo le pondría play? ¿Sí tocaba en vivo? Lo real es que Mad Professor y Lee “Scratch” Perry presentaron un set en el que el segundo era el verdadero protagonista, mientras el primero era una especie de mayordomo al servicio del viejito de 76 años.
Larga vida a estos dos personajes, trascendentales para comprender la música actualmente. Sus trabajos a lo largo de poco más de cuarenta años son un legado hoy en día para actos como Burial, DJ Shadow, Major Lazer, entre otros. Qué placer y qué fortuna haber podido tener frente a nosotros artistas de esa tesitura.