La voz quemante como fuego en el desierto
Nacido en 1952 bajo el nombre de Orlando Wong, en Kingston Jamaica, el poeta Dub, mejor conocido como Oku Onoura, guerrero de la palabra, busca conectar con la conciencia de las personas y transmutar la negatividad en vibraciones positivas. Entre 1984 y 2019 ha grabado 7 discos, de los cuales cada uno es una pieza imprescindible dentro de la familia del género Dub. En gira por la CDMX, tras su presentación en Bajo Circuito y durante el sábado de Bass Dealers del Efecto Dub, tuvo a bien compartir su visión de la música, la poesía y sobre todo del Dubwise.
Para la noche de su recital de Dub Poetry, Oku Onoura llegó al escenario determinado, imponente y con un talante confiado al caminar. Armado con un discurso mordaz, sin tregua ni mediaciones, su mensaje descolonizador fue complementado con el lenguaje performático del cuerpo, incitando a la multitud a pelear. ¿El motivo? “No es contra el color de piel o creencias espirituales, no es contra el otro, es contra el sistema opresor, ese que normaliza el abuso y el nuevo esclavismo”.
¿Las armas, el medio? La poesía, una forma de arte adaptada al lenguaje popular de Jamaica: el Patois; una forma arrastrada y muy sonora del inglés británico.
Totalmente recuperado de su poderosa sesión de Poesía Dub, desarrollada la noche anterior, Oku Onoura convirtió la frecuencia del 90.9 fm en un 'Sound System’ radiofónico. Con argumentos de autoridad, este alquimista de la palabra, rechaza la ilusión de la brecha generacional y busca enlazar a los jóvenes y a los experimentados a través de la conciencia y el conocimiento, ya que atribuye los problemas de incomunicación entre las personas al boom de los medios y a la comunicación virtual
Su dominante personalidad es el resultado de un pasado rudo. En un contexto de guerra fría, desestabilización económica, activismo social y reclusión, fue pulido como diamante por el calor del caribe y endurecido por 15 años de prisión en la Jamaica de la década de los 70, en donde desarrollo su arte poética. En un tono solemne recuerda los tiempos pasados:
“Cuando estuve en prisión compartía con un recluso de Nigeria quién, debido a mi temperamento y forma de expresarme, me llamó “Oku Onuora”. “Oku”, “fuego ardiente del desierto; “Onuora”, “la voz de la gente inmune a la negatividad”.
En Jamaica se producen vibraciones poderosas, representadas en un enorme linaje musical. La Poesía Dub se acerca a lo escénico, es teatral y provocativa, Oku Onuora simboliza al Elder, al más experimentado de una importante casta de Poetas Dub.
“Desarrolle mi poesía como un medio de comunicación que se convirtió en una fuerza poderosa que apela a las emociones y que busca conectar con la gente y con los jóvenes. Ni cuando estuve preso ni ahora he escrito poesía alrededor de lo que viví en la cárcel, de eso no hay nada que contar porque fue terrible.”
Cuando estás expuesto a esta forma de arte forjado al ritmo de la batería y con la insistencia del bajo, te provoca bailar, luchar por un mundo otro, un poco más justo, tal es el resultado de estar bajo la influencia del Efecto Dub.