"En África, cuando un anciano muere, una biblioteca arde, toda una biblioteca desaparece, sin necesidad de que las llamas acaben con el papel"-Ahmadou Hampaté Bá
África, continente que fue botín del colonialismo, su pueblo presa de la rapiña y el sometimiento; millones de seres humanos fueron puestos a la venta, maniatados y esclavizados. Actualmente, el capitalismo depredador despoja de sus recursos naturales y minerales (entre otros) a varias naciones sumidas en la pobreza, la desigualdad y la exclusión social. No obstante, a pesar del desolador panorama las sonrisas prevalecen, el arte fluye y, a veces, cambia vidas. Las naciones que se sitúan en el África occidental no cuentan con una infraestructura cultural adecuada, las carencias se cuentan por cientos. La cultura, la historia y costumbres se mantienen gracias a la tradición oral. Los griots o djeli son los guardianes de la palabra oral, de la memoria. Su función es semejante a la de un dispositivo de almacenamiento: cuentan, cantan, narran las peripecias del día a día de las comunidades y pueblos que los alojan desde hace varios siglos. La casta de los griots es semejante a la de los antiguos rapsodas griegos: si el bardo ciego cantó la caída de Troya, en las estepas y desiertos africanos los djeli atesoraban el devenir de sus respectivos pueblos, cantaban bajo la luz de la luna las hazañas de sus caudillos. Música y canto en contra del olvido, memoria y palabras para tejer una red de conocimientos ancestrales.
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El viernes cuatro de marzo de 2016 en la sede de Discos Corasón, se realizó una charla a distancia (mediante Skype) con la doctora Lucy Durán (académica, etnomusicóloga, productora y presentadora de radio) con motivo de la gala: “La noche de los griots” que se llevará a cabo en el marco del Festival del Centro Histórico 2016.
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Cinco de los artistas más deslumbrantes del continente negro, miembros de la estirpe griot y provenientes de Malí, compartirán talento y escenario por primera vez: Ballaké Sissoko, virtuoso de la kora; Kasse Mady Diabaté, la voz y memoria colectiva de todo un pueblo; Lassana Diabaté, maestro del balafón; Mamadou Kouyaté, diestro con el n'goni y Hawa, hija de la leyenda Kasse Mady Diabaté, cantante, bailarina y poseedora de una sui generis belleza. De acuerdo con la doctora Durán, probablemente presenciaremos uno de los actos musicales más sublimes del mundo. Gracias a las oportunas gestiones de la etnomusicóloga y de Discos Corasón, los capitalinos serán testigos de un acontecimiento musical inolvidable.
Tal es la importancia de los griots en la sociedad africana que son respetados y queridos dentro de sus comunidades. Algunos, lograron el prestigio internacional y se presentan en los recintos musicales más importantes del mundo. Colaboran con artistas consagrados, ejemplo notable es la participación de Lassana Diabaté con el Kronos Quartet y el Trio da Kali.
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La globalización es una espada de doble filo para estos juglares africanos, ya que la popularización de la música occidental está modificando paulatinamente su forma de hacer música. Sin embargo, es gracias a la difusión de la cultura africana a nivel global que podemos gozar del talento de artistas como Kasse Mady Diabaté, Ballaké Sissoko entre muchos otros. Tradición y vanguardia van de la mano, hay pros y contras como para armar un debate que dure horas, señaló Durán en la teleconferencia.
Con un repertorio de canciones tradicionales, estos músicos y cantantes aterrizarán en la CDMX para presentarse los días 22 y 23 de marzo en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Los asistentes contemplarán a un grupo de seres humanos que bien podrían ser bibliotecas vivientes, depositarios del conocimiento ancestral, árboles de profundas raíces que desprenden música que alimenta el alma. @chicledeltras